Además de la falta de menstruación (la señal más clara y evidente de que existe un embarazo), la sensibilidad del pecho o las típicas náuseas y vómitos de las que todas hemos oído hablar, hay otros síntomas que pueden indicarte un posible embarazo. Como los más populares ya te los sabes, te confirmamos que existen otras señales, más raras y poco frecuentes, que pueden darte pistas de un posible embarazo en las primeras semanas de gestación. Muchas mujeres no se percatan de ellas, no les hace sospechar nada, pero luego confirman su positivo con el test de embarazo.
El sangrado de las encías puede ser uno de los primeros síntomas del embarazo, pero también algo que se mantenga durante todo el proceso de gestación. Pero, ¿por qué se produce? Porque, al igual que ocurre con la mucosa vaginal, se hace mucho más sensible a los roces. Por ello, actos como lavarse los dientes pueden ocasionar pequeños traumas que hacen que sangre. Y lo mismo ocurre al sonarse la nariz, pueden aparecer sangrados. Por ello, la salud bucodental se convierte en uno de los aspectos básicos que cuidar si ya sabes que estás embarazada.
2. ¿Estoy acatarrada?
Si sufres un goteo nasal constante que te lleva a pensar: a) que tienes una especie de catarro, o b) que, quizás, tienes algo de alergia; piensa también en que puede ser otro de los síntomas más desconocidos del embarazo. De nuevo, al aumentar la vascularización en las mucosas, incluida las de la nariz, puede hacer que, no solo existan sangrados, sino que tengas una sensación de rinorrea continua. Los mocos suelen ser abundantes, pero muy líquidos y transparentes. Por lo general, empeora por la noche y es lo que se conoce como rinitis del embarazo.
En realidad, no es la menstruación ni existe una ‘falsa regla’. La falta de ella es, precisamente, el indicativo de que puedes estar embarazada y el síntoma común a todos los embarazados. Sin duda, a veces puede confundirse el sangrado de implantación -que se produce entre 6 y 10 días días después de la fecundación- con una regla corta y leve. Son sangrados muy superficiales, generalmente de un color más amarronado, que aparecen durante esos primeros días e, incluso, durante los primeros meses de gestación. Es una pérdida producida por el proceso en el que el óvulo fecundado se asienta en las paredes del útero.
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4. Una piel con granitos y acné
Otro de los síntomas más desconocidos del embarazo, producido por la modificación de las hormonas, son los cambios en la piel. Desde la aparición del acné de una manera muy acentuada (producido por el aumento de la progesterona), hasta lo que se llama cloasma o máscara del embarazo. Está se forma por manchas en la piel con un tono marrón irregular que se extienden de manera difusa por la cara y que responde a una condición hereditaria y hormonal. Ahora, el sol es el principal desencadenante.
5. Tengo ganas de orinar frecuentemente
Otro de los síntomas del embarazo pueden ser las micciones frecuentes. Por tanto, si te levantas de manera casi constante por la noche para ir al baño, puede ser una de las primeras señales de que un óvulo ha sido fecundado y comienza a implantarse en las paredes del útero. Es más, la hormona que conocemos como hormona del embarazo (hCG), a menudo, provoca deseos frecuentes de orinar. Incluso, los primeros días en los que el embrión es muy pequeño y no existe una presión real sobre la vejiga.
6. Posible aumento de la miopía
En algunas ocasiones, puede darse el caso de que puedas comenzar a ver algo más borroso de lo habitual. Y es que hasta un 10% de las mujeres miopes gestantes puede registrar un aumento de su miopía de hasta una dioptría en el transcurso del embarazo. ¿La causa? Varias: desde los cambios hormonales hasta la retención de líquidos, que afecta tanto a la córnea como al cristalino. Pero, no te preocupes, en la mayoría de los casos se recupera después del parto.
Eso sí, esta es una de las razones por las que no se recomienda a las mujeres miopes someterse a una intervención con láser si tiene previsto concebir un hijo en poco tiempo, además de que el uso de lentillas, seguramente, sea desaconsejado por tu oftalmólogo. Tu tolerancia a ellas puede verse reducida durante la gestación.
Algo que hemos querido confirmar con Mariano González, responsable del Área de Salud Visual de Alain Afflelou, que nos dice que “efectivamente, pueden existir cambios en la refracción durante el embarazo y, entre ellos, un leve aumento de la miopía”. Por eso, “las mujeres con alta miopía deben tener un seguimiento por su oftalmólogo durante la gestación y, aquellas que noten cambios en su visión, conviene que consulten con un profesional”.
7. Sabor metálico en la boca
De sobra conocida es la aversión a los alimentos o a ciertos olores durante el embarazo, pero también puede aparecer un sabor mucho más extraño: el metálico. Esto puede darse de manera constante o notarse al terminar de ingerir alimentos. Muchas mujeres lo han experimentado, pero no se dan cuenta ni saben de dónde viene. En realidad, tiene nombre (disgeusia) y es un efecto secundario, de nuevo, de los cambios hormonales que se producen en el cuerpo.
8. Pequeños calambres o molestias
Sentir pequeños calambres en las piernas o moverlas durante la noche cuando estás embarazada es un síntoma conocido y tiene nombre: síndrome de las piernas inquietas. Sin embargo, puedes sentir pequeños calambres en la parte baja del vientre. Pueden ser señal de alarma (por lo que, si perduran en el tiempo o son muy intensos, deberías acudir a tu médico), pero también de que los músculos que sostienen a tu útero se están expandiendo para poder sostener al bebé a medida que éste crezca.
9. Cambios inusuales de temperatura
Por último, otro de los síntomas de un posible embarazo son los cambios de temperatura. Puedes estar congelándote de frío en un momento y, en el siguiente, tener mucho calor. Esto es porque el descenso de estrógenos y el incremento de progesterona del inicio del embarazo derivan en cambios del termostato interno de tu cuerpo, percibiendo de forma diferente la temperatura. Y es que tu bebé va a regular la temperatura para su comodidad, independientemente de la que exista en el exterior.