Ya estamos en primavera, el momento en el que muchas familias se ponen a buscar el mejor centro académico para sus hijos . Los plazos apremian y ninguno quiere quedarse sin plaza en el colegio que más les gusta. Pero, ¿sabes cuál es el que más te gusta o aún dudas? Quizás, directamente no sepas ni por dónde empezar.
La oferta es amplísima y, cada vez, más variada. La elección del colegio de nuestros hijos, en el que van a pasar varios años de su vida, es una decisión importante y un tanto complicada. Por eso, queremos ayudarte con estos consejos a tener en cuenta para que ni te angusties ni dejes de llegar a tiempo.
Empieza por dividir un folio en dos -pros y contras- por cada uno de los colegios y atiende a estos consejos que, junto con Fidelma Murphy, Directora de Educación del grupo educativo internacional Cognita España, hemos elaborado para que la búsqueda sea algo larga (son muchos centros que estudiar), pero también te lleve a la elección correcta.
1. Un proyecto educativo consistente
Antes de ponernos a enumerar puntos concretos de cada uno de los centros, el paso previo en el que debes pensar es definir el tipo de centro educativo que quieres para tus hijos. Para ello, deberías responder a esta pregunta: ¿Sobre quién recae la titularidad del centro? ¿Es público, privado o concertado? A partir de ahí, puedes entrar a valorar ya su proyecto educativo.
El proyecto educativo de un centro escolar suele recoger los rasgos más importantes de su identidad. Es como su curriculum vitae, su carta de presentación. Así, en él englobamos los objetivos de su programa de educación, su método de enseñanza y cómo se organiza para llevarlo a cabo. Por eso, este sea quizás el punto más determinante para elegir un colegio u otro. ¿Por qué? Porque con él se determina la forma de trabajo de tu hijo -tanto en el colegio como en casa-, así como las metodologías que tienen para conseguir el tan ansiado éxito escolar.
2. El peso mayor o menor de la educación en valores
La educación es global; no implica solo materias y temarios ni se limita a la dimensión intelectual. Esto es algo que todos sabemos y, aunque sea algo que recae sobre todo sobre los padres y en casa, nos gusta que el centro educativo elegido nos apoye en este sentido. Valores sociales y éticos también deben encontrar su hueco en la rutina diaria de nuestros hijos.
Por eso, debemos preguntarnos primero cómo queremos que sean educados nuestros hijos con preguntas como: ¿queremos una educación laica o religiosa?¿Qué importancia vamos a darle a la inteligencia emocional y cuánto peso queremos que tenga en el programa educativo?¿Cómo se tratan valores como la tolerancia o la solidaridad? Cuestiones que deben inculcarse mucho antes de dar paso a la edad adulta.
3. Nivel académico del centro escolar
Actualmente, son varias las pruebas que se realizan a lo largo del curso escolar que pueden ayudarnos a valorar el nivel académico del centro. El primero de ellos son los resultados que los alumnos del centro obtienen en las pruebas externas de acceso a la Universidad (Prueba de Acceso a la Universidad, PAU) y que es un buen baremo con respecto a los demás centros de la Comunidad Autónoma. Estas pruebas son iguales para todos ellos. De la misma forma, en la educación primaria y secundaria se han establecido también diversos ránkings, a través de pruebas en las propias clases de los niños idénticas para todos, que pueden ayudarnos a elegir uno u otro.
Sin embargo, los resultados de estas pruebas deben ser tomadas, tanto por padres como por colegios, “como información adicional que puede aportar otra perspectiva del aprendizaje de los alumnos”, como afirma Murphy. Realmente, lo importante es el uso que el cuerpo docente hace con estos resultados y el feedback que obtiene.
4. La importancia del aprendizaje de hábitos saludables
Al igual que en el caso anterior, estamos ante un tema más de los padres en casa que de los profesores en el colegio. Pero, de nuevo, no está de más la continuidad de la educación que queremos darles a nuestros hijos en el centro escolar. Desde ellos nos pueden ayudar, por ejemplo, a inculcarles hábitos de vida saludable, una buena alimentación y una actividad física que les divierta y les haga querer estar en movimiento. Todo esto es fundamental para el bienestar físico de nuestros hijos.
Así, para Murphy “las actividades co-curriculares son un estímulo imprescindible para el pensamiento creativo y para ayudar al alumno a mejorar sus habilidades sociales y de liderazgo. Así, con ellas, el alumno puede desarrollar sus talentos e intereses, buscando un equilibrio entre la vida puramente académica y aquellas actividades que le aportan un bienestar físico y emocional”.
De esta forma, es importante que el centro escolar que elijas vea estas actividades extraescolares como la continuación de la vida escolar del alumno, pues todas aportan a la experiencia holística del alumno.
5. La enseñanza de idiomas
Dentro de este proyecto educativo, actualmente tiene mucho peso las horas dedicadas a la enseñanza de idiomas y la forma de hacerlo. Cuanto antes aprendan nuestros hijos con la inmersión en otro idioma -ya sea en el inglés, como en cualquier otro-, será mucho más sencillo aprenderlo. Además, no es solo de cara a su etapa laboral, sino que tiene muchos beneficios para el desarrollo cognitivo. Deberás valorar, sobre todo, la posibilidad de elegir un centro bilingüe o no. Ahora muchos colegios públicos, ya no solo privados, lo son.
6. El peso de la innovación en el aula
Con la pandemia nos hemos dado cuenta todos de la importancia que tiene ya el saber desenvolverse en el mundo de la tecnología. Sin excepción. Por eso, este criterio es el resultado de la evolución y el cambio que ha experimentado la educación en las últimas décadas. Ha hecho que la innovación en el aula sea casi imprescindible. Por tanto, deberás valorar también qué herramientas y recursos tienen los alumnos en el centro, cómo se dan las clases y qué peso tiene en el cómputo global.
7. Otros factores de interés
Por último, además de todos los aspectos anteriores, es importante que tengamos en cuenta otros criterios que, aunque no deban tener el mayor peso, sí que deben sumar en esa lista de pros/contras que elaboramos cuando nos ponemos a elegir un colegio u otro. En este caso, destacarían:
- Las instalaciones o actividades extraescolares a las que nos dan acceso.
- La ubicación del centro.
- El tamaño del centro escolar, que marcará el volumen de clases, entre otros aspectos.
Además, como afirma Murphy, “el bienestar de la comunidad escolar ha cobrado mucha importancia durante la pandemia”. Por ello, otro factor a valorar es el seguimiento pedagógico que se realiza del alumno en el centro. Murphy asegura que es “importante y necesario equipar a nuestros alumnos con resiliencia, adaptabilidad, flexibilidad, tenacidad y ciudadanía digital para tener éxito en este mundo”. Así, el éxito académico del alumno esta directamente relacionado con su salud mental y su bienestar. Por tanto, es bueno que atendamos al compromiso del centro educativo con todas las áreas del desarrollo del alumno (física, emocional y cognitiva).