madre d ndole el pecho a su beb con su pareja o padre © Istock

paternidad

¿Qué puede hacer el padre en la lactancia materna?

Su apoyo es clave en esta etapa


Actualizado 13 de julio de 2021 - 13:55 CEST

La lactancia materna es, para muchas madres, todo un reto. Y, en la mayoría de las ocasiones pensamos así, en que es todo un reto para ellas. Sin embargo, el padre cumple un papel fundamental y debe ser co-protagonista de esta etapa. Su apoyo es vital y, dentro de ese cambio de rol en la paternidad que venimos viendo en la actualidad, no está de más que se sientan igual de partícipes que la madre. Así que, si eres papá, conviértete en el ayudante perfecto de la mamá. Y, si eres mamá, déjale ser el mejor ‘pinche’ de este momento.

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La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que “empezar y lograr mantener la lactancia es prácticamente imposible, por lo que un apoyo familiar adecuado es muy importante para que la lactancia materna pueda salir adelante”. Y sus beneficios están más que confirmados. Por eso, se acabó ese estigma anticuado de que el padre debe mantenerse al margen y es ‘cosa de la mujer’ darle el pecho a sus hijos. Ahora, sois un equipo.

Por eso, hemos querido hablar con dos expertas en lactancia materna de Lansinoh, Mariona Cortés y Adela Ballestero, para identificar los tres roles que un padre puede tomar durante la etapa lactante de su hijo y ser uno más. A ella le hemos querido preguntar si son los padres más conscientes de ese apoyo que deben darle a la madre.

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Para Cortés, “podemos ver una evolución positiva en el papel del padre en la lactancia materna. Ahora tiende a involucrarse desde el primer momento y disfrutar tanto como la madre. La lactancia materna es la puerta de entrada a la crianza de un recién nacido y, a menudo, se convierte en todo un reto que no resulta fácil de superar por la madre. Así, empezar y lograr mantener la lactancia es, prácticamente, imposible si no cuenta con el apoyo necesario. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que “un apoyo familiar adecuado es muy importante para que la lactancia materna pueda salir adelante”. Por ello, el padre debe convertirse en un pilar fundamental para la madre en estos momentos”.

Una postura que reafirma Ballestero, pero que va un paso más allá, asegurando que “los padres son cada vez más conscientes de que su función es la de sostener la maternidad y, en la sociedad actual, hacer lo posible por suplir la falta de tejido social de apoyo mutuo de las mujeres”.

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El padre es fuente de información

La inexperiencia y falta de seguridad es algo común entre las madres primerizas a la hora de cuidar a su bebé. En el caso del padre, también. Pero este puede ayudarle a disminuir esa preocupación sobre si el niño está o no comiendo bien, si la cantidad de la toma es suficiente o si está recibiendo los nutrientes necesarios. Un padre bien informado puede ayudar a resolver dudas o, simplemente, a dar tranquilidad y demostrar su implicación en todo el proceso.

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Además, como nos confirma Cortés, un padre puede ayudar sin duda al primer enganche al pecho que tanto cuesta y asusta, pues “a menudo solemos pensar que esta etapa solo concierne a la madre de un bebé. Sin embargo, en la realidad, el padre cumple con un papel fundamental en este momento. A pesar de que ella sea la única que pueda darle el pecho, el papá puede ayudar mucho y es clave para que se produzca un buen enganche al pecho, ya que, si se informa debidamente sobre el tema, podrá tranquilizar a la madre con más facilidad”. Así, los profesionales de la salud, estudios clínicos y artículos sobre lactancia pueden ser su fuente de información. De esta manera se sentirá pieza clave de apoyo para la madre durante la lactancia.

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El padre colaborador que apoya a la madre y está pendiente de los detalles

Todas las madres necesitan una figura paterna que sea un apoyo en este momento que, para muchas, se complica además con una revolución de hormonas que altera su estado de ánimo. Inmediatamente después del parto, es normal que la madre esté más sensible de lo normal, que se irrite con facilidad y que le asalten todas las dudas del mundo. Además, la falta de sueño y la acumulación de cansancio nos juega en contra. Por ello, un padre debe animar, intentar aumentar la confianza, ser colaborador y empático. Estos dos últimos aspectos son clave.

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Paternidad y lactancia

El padre no puede dar el pecho, pero sí hacerse cargo de quehaceres cotidianos que liberen a la madre unas horas más de las que generalmente necesita, aumentar la comodidad para este momento y crear un ambiente agradable. Por ejemplo, algo tan sencillo como ofrecerle una bebida a la madre, puesto que la lactancia materna da mucha sed. O prepararle el sofá con cojines y herramientas que le hagan relajarse. En definitiva, estar pendiente y presente en ese momento.

Así, Cortés afirma que “la figura paterna ha de animar y aumentar la confianza de la madre, diciéndole que lo está haciendo genial, que es un periodo que terminará pasando y que, poco a poco, se irá sintiendo más segura con la forma de cuidar al bebé. La empatía es la clave de esto. Ella no está sola en la lactancia y ha de sentir que, efectivamente, no es así”.

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El padre protector y organizado

Como ya hemos visto, durante esta etapa la madre es mucho más vulnerable y necesita de una mayor protección e intimidad. Por eso, aunque te parece un aspecto sin importancia, como nos confirma Ballestero el padre es vital: “El padre puede ayudar siendo consciente de la importancia que tiene la lactancia materna. Si la madre está agotada del desgaste físico, moral y emocional que supone el parto, el padre puede ayudar a filtrar las previsibles visitas para preservar el descanso, la intimidad y el vínculo de la madre y el hijo. Esto es todavía más importante si el parto ha sido mediante cesárea u otra intervención”. Así:

1. Si hay otros niños mayores en casa, tomando las riendas de sus cuidados. Esto no significa que la madre deba olvidarse de ellos por completo, pero sí que es cierto que un bebé necesita más de su parte. Por eso, el padre puede hacerse cargo, prestarles a ellos una mayor atención y evitar así que aparezcan los temidos celos.

2. Si llegan visitas, sobre todo durante los primeros días, gestionar que solo sean de familiares y amigos cercanos, siendo barrera de todas aquellas que no hagan que la madre se sienta cómoda y tranquila en su propia casa y en estos primeros momentos.

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