El avance de la vacunación contra la COVID-19 es ya una realidad. Aunque sea lento y nos lo tengamos que tomar con paciencia, poco a poco son más las personas vacunadas. Desde diciembre del año pasado se administran tres vacunas diferentes en Europa: Pzifer, Moderna y AstraZeneca. En todos los casos son necesarias dos dosis para lograr la inmunidad, debiendo espaciar su administración entre dos y tres semanas. Un hecho que hace que la preocupación y la incertidumbre aumente. Sobre todo, en aquellas futuras madres que están pensando en quedarse embarazadas o comenzar un tratamiento de reproducción asistida . En estas últimas nos centramos para hablar de la vacuna y su idoneidad en ellas.
Ante la sensación de inseguridad que ya de por sí causó en ellas la propia pandemia (casi un 10% de los bebés que nacen en nuestro país lo hacen por reproducción asistida), ahora se une lo adecuado o no de una vacuna que genera dudas y muchas preguntas entre la población. Para responderlas, hemos querido hablar con Fulvia Mancini, directora médica de Clínicas Eva, especialistas en fecundación in vitro.
Ahora bien, debemos apuntar desde el principio que hay falta de información sobre el posible efecto que tiene la vacunación de la COVID-19 en este tipo de tratamientos y en un futuro embarazo. Los datos nos dicen que los estudios en animales no muestran ningún efecto dañino en la gestación, pero también que esos datos son muy limitados. Mientras, el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) asegura que los hombres y mujeres en edad reproductiva que están planeando un embarazo deberían incluirse en estos programas de vacunación, siempre en función de su riesgo individual y su exposición profesional.
¿Debería vacunarme antes de comenzar mi tratamiento?
Sí, todas las mujeres que quieran quedarse embarazadas deberían vacunarse porque en la gestación aumenta el riesgo trombótico inherente a ese estado y el riesgo trombótico de la COVID-19, por lo que es muy importante protegerse. Además, deben hacerlo también por otras dos razones más:
- Porque la COVID-19 es un virus respiratorio y, sobre todo, en el tercer trimestre, disminuye la capacidad respiratoria debido al aumento del tamaño del útero y la presión ejercida sobre el diafragma.
- Se sabe también que la COVID-19 supone un riesgo de mortalidad en el embarazo, sin importar la condición de la embarazada, ya sean jóvenes o tengan algún tipo de problema de salud.
En el caso de que te hayas vacunado, ¿puedo continuar con mi fecundación in vitro (FIV)?
Sí, porque no incide en el éxito para nada. Lo único que si te estás sometiendo a un tratamiento de fecundación in vitro hay que esperar un mes tras la segunda dosis de la vacuna para la implantación de los embriones. Por ello, la única indicación al respecto sería que se realice la transferencia de embriones después de haber pasado al menos un mes desde la administración de la segunda dosis de la vacuna.
¿Influye la vacuna en el éxito de un tratamiento de reproducción asistida?
Para nada, ni esta ni otras vacunas que se administran, como, por ejemplo, la de la gripe.
¿Son diferentes las reacciones a la vacuna de las mujeres embarazadas?
No, de momento, los síntomas de reacción a la vacuna son comunes y pueden consistir en escalofríos, malestar general, náuseas e incluso fiebre. El aumento de la temperatura puede ser perjudicial en el embarazo, por lo que se recomienda siempre preguntar al ginecólogo.