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comer por ansiedad en la infancia© AdobeStock

Alimentación infantil

¿Tu hijo come por ansiedad? Ofrécele estos picoteos saludables

Alternativas a la comida más insana


17 de marzo de 2021 - 18:33 CET

Las tasas de obesidad infantil en España están disparadas. Así, el 40 % de los menores de entre tres y ocho años tienen sobrepeso u obesidad, según distintos estudios. Muchos niños se alimentan mal, con un exceso de grasas, azúcares, calorías vacías y productos hipercalóricos que provocan esta situación.

El problema de la dieta inadecuada se agrava cuando los niños comen en exceso por ansiedad. En estos casos, lo más habitual, tal como apunta Noelia Caballero Hernández, licenciada en Farmacia y dietista-nutricionista del Centro Médico Creciendo (www.centrocreciendo.com), los menores “suelen tener algún problema de base en casa o en el colegio, como la  separación de sus padres,  la  muerte de algún familiar  o sufrir   bullying  ”, indica.

golosinas© Patrick Fore (Unsplash)

Cómo reconocer que un niño come por ansiedad

Al igual que les sucede a los adultos, cuando un niño come por ansiedad tiene preferencia por productos malsanos. “Un niño con ansiedad no va a querer fruta, va a pedir una galleta”, indica Noelia Caballero (@losnumerosdemibascula, en Instagram).

Además, “son niños que no se sacian, debido a esa ansiedad, que comen demasiado deprisa y que comen más cantidad de la que les corresponde a su edad, casi como un adulto o más”, enumera la experta.

En la ansiedad al comer también pueden influir otros factores no recomendables como comer viendo la televisión o mientras se usan dispositivos electrónicos .

ni o come helado© Markus Spiske (Unsplash)

¿Cómo resolver el problema?

Cuando el niño come por ansiedad hay que tomar varias medidas. La principal es solucionar el problema de base que ha llevado al pequeño a alimentarse de esta manera para intentar calmarse. En este sentido, Noelia Caballero recomienda ponerse en manos de un psicólogo infantil para poder ayudarle.

Además, aconseja tener una base de educación nutricional “para que aprendan a comer tanto los niños como sus familias y para que aprendan a tener una buena relación con la comida”.

La otra arista sería no poner al alcance del niño los productos insanos que le apetecen cuando come por ansiedad. Hay otras alternativas de picoteos saludables que se pueden tener en casa.

frutos secos© AdobeStock

Picoteos saludables: frutos secos crudos o tostados

Los frutos secos son un excelente tentempié con muchos beneficios para la salud a cualquier edad.

Por peligro de atragantamiento , los niños no deben tomarlos en trozos ni masticarlos por ellos mismos hasta pasados los cinco años. Antes se les pueden ofrecer molidos.

Es importante que los frutos secos sean crudos o tostados, en lugar de fritos o salados. Con la primera versión son mucho más saludables y el niño se acostumbra a tomarlos al natural.

plato de fruta© AdobeStock

Fruta de distintas variedades

La fruta se puede ofrecer al niño en cualquier momento del día como tentempié. No es necesario que se reserve para el postre. Si hay hambre o necesidad de picoteo, es una excelente opción.

Si al niño le cuesta tomarla, se le puede ofrecer ya cortada en pequeños dados, mezclando diferentes variedades. De esta forma tendrá que detenerse con calma a pinchar cada trozo, lo que le ayudará a no comer demasiado rápido.

Al igual que el adulto, las cantidades mínimas recomendadas de fruta y verdura al día en edad infantil son cinco unidades.

edamames© AdobeStock

Edamames: un snack muy saludable

Los edamames se han puesto de moda entre los que buscan una comida saludable. Es una legumbre que también pueden comer los niños como tentempié.

Los edamames se pueden tomar crudos o cocinados y tienen un sabor que al niño le puede sorprender. Es proteína vegetal y, además, muy saciante, lo que es especialmente beneficioso si el niño come por ansiedad.

Además de los edamames, los guisantes crudos cumplen la misma función y se pueden ofrecer como snack a los más pequeños de la casa.

palitos de vegetales© AdobeStock

Verdura cruda entre horas

Los palitos o bastones de verdura cruda, como la zanahoria, son un apertivo sano muy recomendable.

Se trata de alimentos que hay que masticar varias veces, lo que puede reducir la compulsión por seguir comiendo. Pueden dejarse preparados en la nevera y cada vez más supermercados los ofrecen ya cortados.

Los trozos de tomate o los tomatitos cherrys también son un picoteo muy interesante para los niños.

huevos duros© AdobeStock

Huevos duros no solo en las comidas principales

Los huevos duros no deben reservarse únicamente para la comida y la cena. Son un alimento con proteínas de alto valor y ricos en vitaminas y minerales. Resultan perfectos como tentempié para los más pequeños.

Los niños pueden tomar varios huevos a la semana sin ningún problema, e incluso, en el contexto de una dieta equilibrada, uno al día.

garbanzos tostados© AdobeStock

Garbanzos tostados desde los cinco años

Los garbanzos tostados son una muy buena opción de tentempié para niños mayores de cinco años.

Se pueden preparar en casa muy fácilmente dejándolos la noche anterior en remojo. Al día siguiente se ponen sobre una bandeja de horno, se les echa un chorrito de limón (o de aceite de oliva) y se condimentan con especias al gusto (pimentón, ajo, comino...). Se dejan en el horno unos 40 minutos a 200 grados y ya están listos.

Es una manera de tomar legumbres y de beneficiarse de proteínas vegetales muy saludables sin aditivos de otro tipo.

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