Por eso, vamos a proponerte algunas ideas para que elijas con tus hijos la que más os guste y os pongáis manos a la obra. Partimos de dos premisas:
Los materiales deben ser fáciles de conseguir y manipular.
Tendremos en cuenta la situación actual, que hay muchos papás teletrabajando y pasando horas en su mesa o despacho.
Los proyectos deben ser adaptables a todas las edades, pero ponemos el foco en los más pequeños.
La ayuda de mamá es necesaria, pero no deben ser elaboraciones complicadas. ¿Qué sería de Batman sin Robin? Con él, empezamos.
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Personaliza todos sus lápices
Con el teletrabajo ya instaurado en nuestra rutina, seguro que papá tiene un bote lleno de lápices y bolígrafos. Y seguro que son un tanto aburridos. El bolígrafo azul, un par de negros y unos cuántos lápices. Aunque el Día del Padre este año sea festivo y no se trabaje, ¿por qué no sorprenderle llenando su escritorio de color? Una idea muy sencilla, que consiste en dibujar, recortar y pegar, es convertir su material de escritorio en el de un superhéroe. Batman quizás sea el más sencillo, con crear la silueta de un murciélago en negro es suficiente, pero puedes buscar una telaraña y llenar su mesa de guiños a Spiderman, o con una gran ‘S’ en amarillo, rojo y azul. Sí, Superman. Porque papá es un auténtico superhéroe, ¿o no?
¿Qué necesitas? Cartulinas de colores. Si te decides por Batman, que es nuestro favorito y el más sencillo, en negro. Encontrar una silueta de murciélago en Internet para imprimirla, un lápiz para dibujarla, unas tijeras y celo.
Nivel de dificultad: ponerse la capa de superhéroe y pedirle a un adulto que recorte por tí si eres demasiado pequeño.
Llévale a la luna, ¡en un cohete espacial!
¿Quieres viajar bien lejos e invitar a tu padre al viaje de su vida? Sin duda, este paseo tiene que ser hacia el espacio estelar. Para ello, lo primero, es la nave adecuada. Hazla en casa con unas cuantas cartulinas y un rollo de papel higiénico. Será tu base. Recorta:
1. Un rectángulo del tamaño adecuado para rodear el rollo.
2. Otros dos más pequeñitos para girarlos sobre sí mismos y crear los propulsores.
3. Un círculo grande, que te servirá para hacerle un agujero en el centro y crear una especie de cono, la punta de tu cohete.
4. Otros más pequeños con los que crear las ventanas.
5. Dos triángulos isósceles para las alas Y dos llamas de fuego, para esos propulsores.
¿Qué necesitas? Cartulinas de colores para vestir a tu cohete, un rollo de papel higiénico o de cocina (dependiendo de todos los integrantes de la misión, si necesitas más o menos espacio), tijeras y pegamento.
Nivel de dificultad: conocimientos aeronáuticos tan básicos que, con que decidas el color adecuado, la aerodinámica sale sola.
Botes de colores y animales
En este caso, buscamos una manualidad para reciclar. La idea es no tirar esas latas de tomate, guisantes o maíz que utilizamos (lavarlas y limarlas bien para que no corten) y crearle a papá un bote para su escritorio de teletrabajo. Como base, con un pincel pinta con tu color favorito la lata y, después, inspírate en un animal para su diseño, quizás sea lo más fácil. Nosotros elegimos el unicornio porque nos permite reutilizar todos los colores y materiales que se nos ocurran, pero, por ejemplo: un pingüino en negro y blanco o un pollito en amarillo son buenas ideas también.
¿Qué necesitas? Una o varias latas, un bote de pintura y un pincel o brocha, restos de lanas, pequeños pompones, hojas de colores o cartulinas. Tijeras y pegamento de cola.
Nivel de dificultad: pide ayuda a Mamá antes de manipular la lata, hay que evitar los cortes.
Un pisapapeles con cara monstruosa
Un pisapapeles es algo que todos los niños del mundo hemos regalado alguna vez a nuestros padres, con un poco de arcilla o unas piedras, ¿o no? Materiales resistentes que podrán con todos los vientos que entren por la ventana. Esta vez, vamos a ser eficaces. Date una vuelta por el parque, recoge una cuantas piedras y píntalas en casa con un pincel. Con una sonrisa y unos ojos (dibujados a mano o en formato de pegatina), ¡lo tienes hecho! Pero juega con tiempo, tiene que secar bien.
¿Qué necesitas? Unas piedras planas y lisas, botes de pintura o témpera, un pincel y ojos saltones de pegatina.
Nivel de dificultad: para todos a los que no les tiemble el pulso a la hora de dibujar una sonrisa perfecta y unos enormes dientes de monstruos.
Un adorno de plastilina para su mesilla
Si te gusta la plastilina, compra muchas y de varios colores que nuestra siguiente propuesta va a necesitar una gran dosis. Para que sea muy sencillo y todos puedan participar, vamos a crear bolitas y poner una encima de otra, pegándolas con un poco de pegamento de cola, barnizándolas al final para que endurezcan y queden muy brillantes.
¿Qué necesitas? Plastilinas de colores, pegamento de cola, barniz acrílico transparente y una brocha.
Nivel de dificultad: unos músculos muy fuertes para darle forma a esa plastilina y un delantal para no mancharnos con el barniz.