Cuando queremos quedarnos embarazadas, uno de los factores al que le debemos prestar una mayor atención es a nuestro ciclo menstrual. Saber qué días son más fértiles y tener así más probabilidades. Existen varias formas de reconocer esos días -empezando por el autoconocimiento-, pero también herramientas que pueden facilitarnos la tarea, como un test de ovulación. Sin embargo, nos plantean dudas.
¿Qué es un test de ovulación?
Un test de ovulación, también conocido como monitor de fertilidad, es un dispositivo muy parecido a las pruebas de embarazo que se compran en la farmacia y se realizan en casa. Sin embargo, no te anuncian un embarazo, sino que pueden detectar el periodo de ovulación de una mujer. A través del aumento de la hormona luteinizante (HL) en la orina, podemos saber cuáles son nuestros días más fértiles.
La hormona luteinizante (HL) es secretada entre 24 y 36 horas antes de la ovulación. Por tanto, el uso de un test de ovulación debe realizarse cuando se acerque ese periodo dentro de tu ciclo menstrual. En el momento en el que se produce ese incremento, el test te avisará y será cuando se produzca la expulsión del óvulo maduro hacia la trompa de Falopio, que es donde se produce la fecundación. Si eres capaz de conocer este momento, tus probabilidades de concebir son mayores. En este momento, la mujer es más fértil.
Sin embargo, todo el estudio que consigues con un test de ovulación se realiza tomando como referencia un ciclo completamente regular, con una duración de 28 días y sabiendo que, entre los días 13 y 14 deberás utilizarlo. Si no es así, quizás, este método no sea demasiado eficaz.
¿Cómo funciona un test de ovulación?
Prácticamente igual que un test de embarazo, pero con algunas particularidades. Algunas mujeres pueden verlo complicado, pero, en realidad, es bastante sencillo:
- Primero, se deposita la orina sobre la varilla del dispositivo.
- Introducir la varilla con la muestra de orina en el dispositivo de lectura.
- Después de un tiempo de espera, tienes que proceder a la lectura. Ésta varía según sea digital o analógico, siendo los primeros más fáciles de usar (pero, también, menos económicos). En el caso de los digitales, si aparece una cara sonriente, es que han llegado tus días más fértiles. En el caso de los analógicos, el color de la segunda raya que aparece debe ser más intenso que el de la primera (la raya de control); si es más débil, será negativo.
Es importante, eso sí, que no hagas el test de ovulación con la primera orina del día porque la concentración de LH puede ser mayor en algunas mujeres y dar falsos positivos.
¿Son fiables los test de ovulación?
Un test de ovulación puede ser una herramienta útil, pero la verdad es que debe ser usada teniendo en cuenta siempre las pautas de utilización y sin que llegue a convertirse en una auténtica obsesión. La ansiedad, entre otras cosas, puede provocar retrasos en la ovulación, más estrés y, así, en bucle. Lo que sí es cierto es que son más precisos que otros métodos, como el de la temperatura basal o el flujo vaginal, que requieren un mayor seguimiento. Un test de ovulación, en realidad, tan solo necesitas tomar muestras unos pocos días al mes.
Por tanto, son fáciles de conseguir en cualquier farmacia, relativamente económicos y cómodos para muchas mujeres. Sin embargo, no tienen por qué ser perfectos para tí y una fiabilidad del 100% para decirte “sí, te vas a quedar embarazada”. Y esto es porque:
- La vida útil del óvulo maduro se limita aproximadamente de 4 a 12 horas después de la ovulación. Por lo que habría que coordinar muy bien la llegada del esperma. Eso sí, los espermatozoides sobreviven alrededor de unas 72 horas en el sistema reproductor femenino (incluso, pueden llegar hasta los 5 días), con lo que aunque entren un par de días antes a la ovulación, podría conseguirse también la fecundación.
- El órgano reproductor femenino no es una ciencia exacta, los ciclos no son perfectamente regulares y precisos y la ovulación puede ocurrir varios días antes o después de ese 13-14 que nos marcan. Es más, puede estar entre el día 7 y el día 20.
Ahora, lo más importante es que sepas que el test de ovulación no te dice si estás ovulando o no, sino que indican el incremento de esa hormona luteinizante (HL), pero es posible que sea debido a otros factores de salud y no se presente la ovulación que debería indicar. Además, no analizan el moco cervical, un factor vital para marcar el momento ideal de la fecundación. Así nos lo confirma la doctora Alejandra Aguilar, ginecóloga experta en fertilidad de la clínica Equipo Juana Crespo, “el test de ovulación lo que indica es un pico de LH en orina, por lo que, en principio, si te ha salido positivo lo normal es que la ovulación ocurra en 24 o 36h; pero de ahí a que esto te asegure que se produzca un embarazo espontáneo es más difícil”.
Así, no saber qué está midiendo exactamente esta herramienta y obsesionarse con ello puede crearnos el efecto contrario y producir un desgaste en la pareja que no es nada beneficioso para poder quedarse embarazada. Es por ello que Aguilar no los aconseja para aquellas parejas que estén buscando ese embarazo espontáneo, “porque puede aumentar ese estrés y ansiedad; en una chica con menstruación regular, se supone que ovula con total normalidad. Por tanto, lo ideal es que se ponga a tener relaciones sexuales más regulares desde el día 11 al día 14 (el periodo fértil). Si a eso se quiere añadir un test de ovulación, perfecto, pero no lo recomendamos por estos motivos”.