Ha causado desconsiderada sensación la imagen de la Reina Isabel II de Inglaterra apoyada en un bastón. La Reina no se apoya en el bastón. Es el bastón el que tiene la amabilidad de dejarse apoyar por la Reina. Nació en 1926, en Londres claro, y por ello puedo afirmar y afirmo que tiene más de noventa años. Y con noventa años el bastón forma parte del cuerpo humano, como un miembro más.
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“Al bastón le queda mucho trabajo por delante, y lo siento por su hijo, el Príncipe de Gales, que ha envejecido en los últimos años más que su madre y Reina”
Su tío, Eduardo VIII fue un cretino. Y un débil. Su padre, Alberto, que reinó como Jorge VI, un buen Rey de vida breve. No así su madre, la Reina Mary, que superó los 103 de edad y tomaba dos veces al día una copa bien colmada de Beefeater’s, la ginebra por excelencia. Para mí que la Reina de Inglaterra ha salido más a su madre. No rechaza en familia una copita, pero no bebe por hábito. Es una Reina con las transaminasas y los triglicéridos perfectamente controlados. Al bastón le queda mucho trabajo por delante, y lo siento por su hijo, el Príncipe de Gales, que ha envejecido en los últimos años más que su madre y Reina.
Chateaubriand usaba bastón para enderezarse. Era muy bajito. Antonio Gala para lucirlo. Precisamente en su colección guarda un bastón de Chateaubriand, con la empuñadura de plata y muy retaco. Y el General Pavía, que no tenía impedimento alguno en sus miembros motrices, usaba el bastón con el uso más lógico. Para dar bastonazos. Quevedo que era cojo y algo jorobado “soy un fue, y un será y un és cansado”, además de bastón calzaba con espuelas de oro. Era caballero de la Orden Militar de Santiago, y a pregunta inquisidora del Conde-Duque de Olivares, su gran enemigo, Quevedo le respondió que sus espuelas de oro nada tenían de presunción, sino de remedio. “Es lo mínimo de lo que puede presumir un caballero cojo”. Para mí, que la Reina Isabel lleva tiempo usando el bastón en la intimidad. Pero tiene una fuerza descomunal y estética esa mujer. Y la estética no le ayuda. Pero ha conseguido impactar con su empaque a todo el mundo, midiendo menos de 155 centímetros. Lo decía Don Juan: “Tener aspecto de Rey siendo alto no tiene mérito. El mérito lo tiene mi prima Isabel, que es un tapón. Un tapón que impresiona”.
“Puede vivir diez años más. Con bastón y sin bastón. En el fondo, Isabel II va a vivir lo que ella quiera”
Como en España somos muy funerarios, he leído en las redes sociales comentarios acerca del bastón de la Reina de Inglaterra. “Isabel II se ve obligada a moverse con un bastón. Vive sus últimos años”. ¿Cuantos años son los últimos años? Con esta mujer admirable los cálculos no sirven para nada. Puede vivir diez años más. Con bastón y sin bastón. En el fondo, Isabel II va a vivir lo que ella quiera. Un día, Dios se lo comunicará a San Pedro. –Pedro, prepárate y limpia bien las puertas del Cielo, porque Isabel II me ha dado permiso para traerla ya. Y San Pedro preguntará: -Señor, y ¿qué hacemos con el bastón?-. No es necesario ser Dios para saber la respuesta. –Lo que ella decida, por supuesto-.
Y se hará lo que ella decida, cuándo y cómo ella lo decida, por supuesto.