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La peor tonadillera de la Historia, la inigualable Marifé de Camas, ha fallecido en su pueblo natal, El Parral de Nocheclara, a sus 94 años de edad. Marifé de Camas tenía voz de hombre, de barítono ruso, y se le iban las notas con desmedida frecuencia. Durante años, participó en el inolvidable y grandioso espacio radiofónico El Debate del Estado de la Nación del programa Protagonistas de Luis Del Olmo, en el que participaban Antonio Mingote, Luis Sánchez Polack ‘Tip’, José Luis Coll, Antonio Ozores y Alfonso Ussía. Marifé fue uno de los personajes de éste último, con el Marqués de Sotoancho, el doctor Gorroño, Jeremías Aguirre, Floro Recatado, Breogán Piñeiro, Mustafá Bajamelá Alicaidín, Juan Pineda y el Reverendo Padre Escolano. Pero tuvo un gran éxito en su vida personal, que no en la artística. Se enamoró locamente de ella ‘Tip’, y durante la hora del Debate el genial humorista y poeta valenciano le dedicaba a Marifé ojitos y cucamonas. Como yo la nací, me he considerado con derecho a determinar su fallecimiento.
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Coincidió el programa – el más seguido de la historia de la Radio en España-, con un 14 de febrero, Día de los Enamorados. Y ‘Tip’ le dedicó apasionados y delicados versos, que hoy, con la emoción de su muerte, no me resisto a transcribir. Versos en las postrimerías del decenio de los 80, en aquella España feliz y bienhumorada, con un Gobierno socialista formado por buenos patriotas y personas cultas y universitarias.
Un socialismo que no sufría de rencores ni resentimientos. Otros tiempos.
Y los versos de ‘Tip’ a la difunta Marifé no tienen desperdicio.
Te quiero más que a mi vida,
Más que a mi padre y mi madre,
Y si no fuera pecado,
Más que a Felipe González.
Te quiero, mi dulce bien,
A ti, Marifé de Camas,
Porque tienes unos muslos
Siempre llenitos de escamas.
Y cuando los acaricio
Con estas manos de viejo,
Parece que estoy tocando
Las nalgas de un abadejo.
Son tus dientes de blancura
Y de sonrisa castiza,
Y al besar tu dentadura
Se te cae, porque es postiza.
Tus ojos…
Cuando miran con pasión,
Miran con benevolencia,
Y uno mira hacia Gijón
Y el otro mira a Valencia.
Marifé, ¿qué más decir
De tu gracia y tu salero?
Si cuando fui a hacerte mía
Tropecé con tu braguero…
¡Qué nalgas, Marifé, tienes!
Sarpullidas de picores,
Son, como el papel secante
O el papel ‘El Elefante’
Que usaban nuestros mayores.
Y cuando beso tus manos
Dulces cual melocotón,
Parece que estoy besando
A un minero de León.
Cómo me gustan tus pechos,
Cómo me gusta tu espalda,
Cómo me gusta meterte
La mano bajo la falda.
Y llega la moraleja:
Eres casta y eres pía,
Y por eso tus orejas
Recuerdan a Alfonso Ussía.
Marifé ha fallecido. ‘Tip’ es inmortal. Estoy seguro de vuestra sonrisa.