Para Lourdes el plan de casarse siempre estuvo en mente, pero jamás habría imaginado cómo sería este proceso junto a su pareja, Rodrigo. "El paso lo dio él. Creo que ambos sabíamos que algún día pasaría, pero no lo habíamos hablado. Yo organicé un viaje sorpresa por su cumpleaños a Lanzarote y él fingió todo el tiempo que no lo sabía" cuenta. Y la tarde el 9 de septiembre de 2023 por fin se casaron en una preciosa boda en Trujillo, un pueblo de Cáceres. "¡Elegimos esta fecha para poder celebrar nuestros 10 años de novios en la preboda, con toda nuestra familia y amigos!" explica por esta doble alegría.
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Nuestra protagonista tenía claro que no quería ser una novia clásica y típica, lo fundamental a la hora de diseñar el vestido nupcial era ir sencilla al mismo tiempo que femenina, y lo consiguió con la ayuda del atelier De la Cruz. "Soy muy fan de las asimetrías y de la mezcla de texturas. Además, quería un vestido que no me impidiera disfrutar de la celebración y de mis amigos. Lo cierto es que nunca me inspiré en un solo vestido. Sí escogía pequeños detalles de muchas novias con las que me sentía más identificada".
Hay quienes piensan que lo fundamental cuando estás en pleno proceso de búsqueda es que sea un diseño que perdure el paso del tiempo, en cambio, para ella era imprescindible "poder ir natural, cómoda y sintiéndome yo misma". De la mano de las diseñadoras afincadas en Madrid, sus hadas madrinas, logró dar con lo que tenía en su imaginación y materializarlo. "Fue muy importante encontrar a alguien, como María e Iria, que me aconsejara sobre esa composición que muchas llevamos en mente, pero que luego son algo irrealizables. Fundamentales fueron mi madre y mi abuela materna, fueron clave en la decisión final" confiesa.
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Lourdes vivió cómo era llegar a las primeras pruebas de vestuario con decenas de opciones en la cabeza, sin saber si realmente favorecían a su silueta y si encajaban bien con su estilo y la boda que quería tener. Nos cuenta que visitó muchísimas firmas y de estilos muy dispares, pero que en De la Cruz clavaron con la idea que tenía, "son dos chicas jóvenes que me trataron con mucho cariño desde el principio, ¡me sentí muy cómoda con ellas!".
Crear desde cero el traje blanco es un auténtico sueño y, una vez que se decantó por quién daría vida a su look, comezó la magia. "Empezamos a ponerme encima telas y telas, probamos diferentes escotes... Yo tenía claro que sería asimétrico, pero durante el proceso fue cuando decidimos darle volumen, ¡esta parte es la que más me gustó!" nos relata sobre el descubrimiento tan ideal con el que dio al ponerse en manos de expertos.
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La suerte de participar de manera directa en el diseño es un regalo que Lourdes vivió feliz y entusiasmada, y nos continúa explicando el modo en el que poco a poco iba dando forma al look. "Fue complicado, porque quería mezclar texturas, aunque finalmente decidimos hacer un corte de la cadera hasta la mitad de la pierna. La parte del cuerpo era de una seda casi mate, mientras que el bajo del vestido era de una tela con mucho movimiento y fluida. ¡La zona de abajo fue la más divertida! Simplemente elegí la tela y entre todas jugamos para tener una cola con caídas a distintos niveles. ¡Y eso que al principio me negaba a llevar cola!".
Uno de los complementos clásicos y más delicados que poco a poco va cobrando más peso estas últimas temporadas es el velo, pero en su caso, en las últimas pruebas decidieron que no encabaja bien con el resultado final. "A mí me gustaba mucho la idea de llevar un velo rústico, pero, tras mucho probar, decidí no llevar nada. Yo no lo tenía claro, no me sentía yo misma. ¡A día de hoy mi madre sigue diciéndome que tenía que haber escogido el velo!".
Un vestido de novia desmontable
Al igual que otras novias, rechazó por completo la idea de diseñar un segundo vestido con el que sorprender durante la fiesta, para optar por uno convertible. "Al llegar el momento del primer baile, me quité la cola y la parte de abajo del vestido. El resultado fue quedarme con el mismo look pero versión mini", un detalle que nos apasiona. ¡Pero no fue el único cambió que realizó! Para ir más cómoda y poder bailar hasta el amanecer, abandonó las sandalias minimalistas de Salo Madrid y se decantó por unas alpargatas de tacón blancas.
Le preguntamos sobre si, entre la lluvia de ideas con la que llegó al atelier, era prioritario cumplir con algunas de las tendencias punteras, a lo que nos responde. "No, es un día importante que recordarás el resto de tu vida. Me parece fundamental sentirte cómoda y contenta con lo que elijas, no todo es para todo el mundo. Puedes querer ir diferente y acabar completamente disfrazada" un riesgo al que se exponen muchas cuando están indecisas y no se dejan en buenas manos.
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En cuanto a cumplir con las tradiciones clásicas que solemos ver en estas celebraciones, como por ejemplo llevar algo prestado, algo azul y algo nuevo, para ella no fue primordial. "Sinceramente no le di mucha importancia a esta parte. Tomamos todas las decisiones con mucha naturalidad y todo fue fluyendo. Pero aun así, incluso diría que mi boda fue muy tradicional a su manera, sin buscarlo" razona.
Joyas con sentimiento
"Elegí joyas con significado" nos adelanta. "Los pendientes eran de mi madre, ¡además eran muy diferentes! Son unas flores de diamantes de las que cuelgan unas gotas de ámbar. También llevé el anillo que mi marido me dio cuando me lo pidió en nuestro viaje a Lanzarote y el que mis suegros me regalaron en la pedida, un anillo vintage de la casa Yanes" explica. Y no fueron las únicas piezas que le acompañaron en el gran día, "me puse una pulsera de oro que mi abuela paterna me regaló por nuestra boda. Me la dieron mis tíos en el cóctel ya que ella no pudo asistir y no me la quité en toda la noche, me emocionó".
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Con un diseño tan especial, no quería hacerle sombra con un maquillaje llamativo, así que, según nos confiesa, en esta parte sí que se dejó aconsejar por los expertas en la brocha y el pincel. "No suelo maquillarme a diario por lo que desde el principio dejé claro que quería un resultado muy natural y sutil" Y nos cuenta que un aspecto esencial fue el secreto para lucir espectacular en el día más importante de tu vida, "le di más importancia a la preparación de la piel que al maquillaje en sí".
Para lucir el espectacular corpiño tipo Bardot texturizado que dejaba al aire los hombros y la clavícula, decidició que lo mejor era recogerse el cabello al estilo bailarina, una opción elegante que nunca pasa de moda y que tanto le favorecía. "El moño me pareció lo más lucido, no quería quitar importancia al escote ni a los pendientes" explica.
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Para el ramo, buscaba desmarcarse de los típicos y acertó con la ayuda de Naturgarden Plasencia. "Quería algo voluminoso, que fuera desordenado y con flores silvestres. Los tonos naranjas me fliparon desde que la florista me lo propuso. Además, decoró los púlpitos de la iglesia con guiños a mi ramo, solo puedo decir que el resultado me encantó. Y para la cinta, usé una de seda con un mensaje muy personal que me regaló una de mis tías".
Una década de amor
La vida quiso que se conocieran hace una década atrás, "ambos estábamos estudiando en la universidad. Él hacía Derecho y yo Ingeniería de Telecomunicaciones. Esa noche, yo salí con mis amigas del Colegio Mayor y él, con sus amigos de toda la vida. El destino y dos buenos amigos, Rocio y Luis, nos juntaron. Yo me puse a cantar, él me siguió y así nos hicimos amigos. Un año más tarde, ¡ya estábamos juntos!" recuerda emocionada.
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Como ya nos adelantaba, la idea de comprometerse llegó durante una romántica escapada a la isla de Lanzarote que iba a ser sorpresa para su ahora marido, ¡pero él sí lo sabía! "Los meses previos buscó un anillo y lo llevó al viaje escondido todo el tiempo en la maleta. Recorrimos la isla en furgoneta y uno de los días, mientras paseábamos por el cráter de un volcán, esperó a que estuviéramos a solas y allí me lo pidió. ¡Recuerdo quedarme muda! No me lo esperaba en absoluto y eso fue lo que más me gustó. Tenía claro que quería casarme con él".
Lourdes y Rodrigo, a pesar de vivir en Madrid, se casaron en un pueblo de Extremadura, la tierra de la novia, y nos confiesa el por qué de esta decisión. "Nos enamoró todo, el pueblo en sí mismo, la iglesia y la finca que elegimos. Además, consideramos que la distancia entre ambos puntos era la ideal. El sacramento fue en Santa María la Mayor, una iglesia románica en la parte alta de Trujillo con un retablo impresionante y nos casó un sacerdote a amigo de la familia paterna, Juan Carlos, que nos ayudó con la organización. Para la celebración nos trasladamos al Palacio de Santa Cristina, situada en mitad de la dehesa extremeña".
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Nos cuenta que una parte en la que se implicaron especialmente fue en la música que sonaría durante la ceremonia, "fue muy cuidada y pensada, elegimos un cuarteto de cuerda y una soprano. La pieza más especial fue la de nuestra salida, la Musica notturna delle strade di Madrid el famoso Quinteto de Luigi Boccherini. Era una de las ilusiones de Rodrigo, describe el bullicio de las noches de la capital y además es la banda sonora de su película favorita".
La anéctoda de la boda
Entre todos los momentos especiales que vivió la pareja, nos cuenta que hubo uno que se llevó el premio al más divertido y nervioso al mismo tiempo. "Durante la ceremonia, Rodrigo tenía una única obsesión: que no se le cayera el anillo en el momento más crucial. Cuando lo cogió salió volando y toda la iglesia escuchó como caía por las escaleras, ¡incluso hay fotos riéndonos de este momento muy buenas!" cuenta riéndose.
Y esta es la recomendación que quieren trasladar a los futuros novios. "Que acepten los consejos justos. En todo consejo hay una opinión, y toda opinión es personal. ¡Esto es solo de ellos y para ellos! Implicar a la familia o amigos y hacerlos partícipes es importante, pero los novios siempre deben decidir por ellos mismos. ¡Haced lo que os apetezca y punto!"
Lourdes quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda:
- Vestido de novia: De la Cruz
- Zapatos de novia: Salo Madrid
- Fofógrafo: Boda y Arte
- Papelería: Macarena Bardají
- Coro: Il sentimento
- Flores: Naturgarden Plasencia
- Grupo música en vivo: Los Cuba Libre
- Catering: Campuzano
- DJ: Songdeluxe
- Vestidos niños arras: Marta Ussia
- Luna de miel: Lula's Travel