Un vestido con capa de gasa desmontable para Paula, la novia que se casó en un pueblo de Cáceres

Esta extremeña quiso apostar por la naturalidad y la delicadeza con su look nupcial de Valenzuela

Actualizado 2 de abril de 2024 - 11:44 CEST2 abr 2024 - 11:44 CEST

Paula y Andrés llevaban quince años juntos cuando se dieron el 'sí, quiero' más importante de su vida, algo con lo que, tal y como nos explica ella, siempre habían soñado. Su boda fue un reflejo de su personalidad, así como lo fue el vestido de novia de Paula, quien tiene claro que, lo más importante a la hora de elegir diseño es "ser una misma". Para conseguirlo, recurrió a una de las firmas españolas de referencia en el sector, Valenzuela, quienes crearon un delicado look desmontable en el que destacaban las mangas de gasa.

- Elena, la novia del vestido desmontable con chaqueta de lentejuelas que se casó en un pazo gallego

Esta extremeña nos cuenta que se decantó por esta firma -y su equipo "con manos mágicas" porque cada diseño de ella es completamente distinto al anterior, además de por "el gusto por la sencillez, su capacidad de perfección y la atención a los pequeños detalles". Confiesa, además, que salió de la primera entrevista sabiendo que podía delegar en ellas todo el diseño con los ojos cerrados.

Un vestido único y a medida

Paula recuerda el proceso creativo de su vestido como "una experiencia mágica", que comenzó con una entrevista cargada de información para conocerla a ella y el estilo de la boda, a partir de la cual van definiendo ideas. "Crear el diseño personalizado desde cero en la armonía del atelier, y conocer personalmente a Cristina Valenzuela fue un lujo, es cariñosa, amable y con un trato muy cercano" nos cuenta.

- Ester, la novia que viajó desde Suiza a Toledo para casarse con un vestido transformable de 'tweed'

Para esta novia, además de ser ella misma, en su gran día era fundamental sentirse cómoda, mantener la autenticidad y escoger un vestido que contara con algo único. "Súper importante buscar un tejido de calidad, que se note y hable por sí solo, algo que lo diferencie" nos explica.

En su caso, el escenario de la boda marcó el estilo del look nupcial y se convirtió en la mejor inspiración posible. "Iba a ser en la dehesa extremeña, un marco campestre, por lo que tenía claro que quería algo muy sofisticado para aliviar las altas temperaturas de las olas de verano" narra. "Tenía claro que quería un diseño que fuese un reflejo de mi personalidad. Buscaba algo elegante, sencillo, sobrio y con un corte muy limpio y fluido. Mi inspiración fue pensar en el atardecer de las noches de verano, en ese calor gustoso, en el que solo apetecen texturas muy suaves y con mucho movimiento".

- Rocío, la novia de Castellón que soñaba con un vestido 'sencillísimo' y una boda tradicional

"No se puede llevar todo en un único vestido" señala Paula cuando le preguntamos si es fan de las tendencias, a lo que contesta que sí, pero, en su boda, simplemente las usó como ayuda para tener inspiración. "Sirve de gran ayuda dentro del estilo personal de cada uno, se nota mucho cuando la pieza del puzzle no encaja con la persona, por eso soy de las que piensa que menos, es más".

Un diseño '2 en 1'

Aunque son muchas las mujeres que deciden llevar más de un look en su gran día, cada vez son más las que optan por no hacerlo y 'disfrutar' de su primer vestido hasta el final de la noche. Por eso, triunfan especialmente los vestidos desmontables, como el de Paula. "Soy partidaria de llevar un único vestido, porque solo lo voy a lucir una vez en la vida. Pero tenía claro que quería un vestido con algo que se pudiese quitar, un corte muy limpio y con mucha caída. Para el vestido elegimos el tejido confeccionado en crepe de seda. El escote halter, muy favorecedor a mi silueta y muy cómodo, con espalda descubierta y detalles abotonados en la parte baja que le dan el toque perfecto". La parte desmontable se trataba de una capa con mangas camiseras y detalles en los puños confeccionada en organza de bambula "para que tuviese mucho movimiento al hacer de cola para la entrada en la Iglesia" explica.

- Ane, la novia del vestido desmontable con capa y lazada que se casó en en el Palacio de Arbaizenea

Su complemento preferido

El minimalismo y el estilo "limpio" que buscaba Paula se transmiten también en los accesorios, puesto que quería abogar por la naturalidad y que el diseño hablase por sí solo. "Uno de los complementos que más me gustó fueron mis zapatos" confiesa "mi día a día suele ser en tacones, me encantan. Los de mi boda son un regalo muy especial de una super amiga. La marca es Javier Gonzalo, creamos un diseño personalizado, de tacón fino, cargados de pequeños detalles muy especiales, cada textura diferente, color, detalles etc, los hace únicos". Además, añade, a pesar de su taconazo, le resultaron totalmente cómodos y pudo bailar, saltar y disfrutar toda la noche.

Un ramo fiel al entorno

Como ella misma dice, el ramo de Paula era muy silvestre, y lo cierto es que no podía haber elegido una creación que encajara más tanto con su vestido como con el entorno de la celebración. Estaba compuesto por un conjunto de tallo largo con flor de margarita manzanilla acompañada con un toque sutil en hoja verde, una flor que la novia quería debido a “el blanco apaciguado, la pureza y la alegría que transmiten. Me recuerdan al amor puro e inocente, a la niñez, a los paseos por el campo salvaje…”

- Eugenia, la novia velada que se casó con un vestido de satén y mangas de tul en los Picos de Europa

En cuanto al look de belleza -algo que califica de "esencial"-, se decantó por un maquillaje sencillo, natural, con efecto piel desnuda y huyendo de los excesos. "En mi día a día solo me pongo rímel, protector solar y brillo de labios. Nunca llevo sombra de ojos ni línea, soy muy básica y un desastre para maquillarme, no tengo paciencia". Contó con el equipo de Oui Novias, quienes se centraron en conseguir una piel jugosa con cobertura sutil, toque de colorete, iluminador y labios perfectos e hidratados.

Para el peinado, transformable al igual que el vestido, eligió a su peluquero de confianza, De La Mata Peluqueros. "En el primer peinado llevé una coleta baja, muy pulida. Y para la fiesta, unas ondas muy suaves hasta el final de la noche. Algo muy sencillo y con un toque muy salvaje" nos cuenta

- Lucía, la novia que se casó en Barcelona con un vestido asimétrico de precioso escote en la espalda

Cuando le preguntamos por un consejo para futuros novios que estén planeando su boda, lo tiene claro: "hay que hacer de tu boda algo especial". "Cuando llegue el día hay que disfrutar de cada momento al máximo. Es un día lleno de emociones, de agradecimientos, de recuerdos y muchísima alegría. El día de la boda es, justo como tiene que ser, mágico" explica. Además, ambos tienen claro que, para ellos, contar con un equipo de wedding planners fue clave para que la organización de su gran día fuera perfecta: "lo recomendamos tremendamente, son profesionales en la materia y resuelven todo para que el día salga brillante y lo puedas disfrutar por todo lo alto".

- Inés, la novia murciana del abrigo bordado hecho con el vestido de su madre

Hablando de la organización de la boda, Paula y Andrés contaron con Peonías Eventos, una decisión de la que se alegran enormemente. "Ha sido un proceso largo, son muchos preparativos, reuniones, decisiones, pero disfrutamos de todos estos momentos para que fuese algo especial desde el minuto uno". Desde el principio se sintieron comprendidos y apoyados por su equipo. "Captaron la idea y supieron transformar el espacio para que todos sintieran que ese lugar era especial para nosotros. Ellas sabían la fórmula perfecta para crear una boda con encanto, en un ambiente exclusivo y diferente, trasladado a nuestro hogar a la Finca Casablanca. Jugaron con la decoración de cada rincón, destacando la naturaleza en estado puro".

- Ana, la novia asturiana que se casó en Madrid con una larga capa y vestido sencillo

Los detalles de su día más feliz

Tras años soñando con ese momento y meses de preparativos, el 15 de julio de 2023 llegó el gran día de esta pareja de extremeños, quienes se casaron en su Hervás natal, un pueblo con mucho encanto en el norte de Cáceres. Para la ceremonia, eligieron la Iglesia de San Juan Bautista, donde vivieron el que Paula considera el momento más especial del día. "El de vernos las caras llegando al altar. Las caras de emoción y las sonrisas de complicidad. Nuestro 'sí, quiero'’, momento de pasar a ser uno siendo dos".

Te recomendamos

Posteriormente, se trasladaron en un coche clásico, un Seat 127 amarillo, hasta la Finca Casablanca, un entorno idílico en plena dehesa extremeña donde recibieron a los invitados con un grupo de música en vivo y un puesto de bebidas refrescantes, así como otro de mariscos en directo. Tras el cóctel, pasaron al banquete, que tuvo lugar bajo tres grandes tipis al aire libre, rodeados de una decoración floral y la impresionante naturaleza del entorno. La fiesta fue más bien un festival, con rincón glitter, atrezzo y ¡cañones de confeti!