La historia de Alicia: la novia del vestido transformable con capa y la boda en Jerez de la Frontera

Sorprendió con tres estilismos diferentes a lo largo de la celebración

13 de enero de 2024 - 11:00 CET13 ene 2024 - 11:00 CET

Lo más habitual es que una novia elija todos los detalles de su look nupcial a partir del vestido. Esta es la pieza que vertebra todo y que ayuda a dar sentido a la elección del resto de detalles. Sin embargo, hay ocasiones en las que lo primero que se tienen son los zapatos, un tocado muy especial, una pieza antigua o, como en el caso de Alicia, una capa. La novia nos explica que cuando acudió al atelier de Franc Sarabia después de haber visitado otros espacios se probó un diseño que le hizo ver todo claro. "Sabía que la tenía que llevar y que mi vestido iba a ser de ahí".

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Un vestido transformable

Cuando Alicia empezó a imaginar su look nupcial tenía claras varias cosas: buscaba un diseño de manga larga, sin escote, recto y con capa. Un look que guardara ciertas similitudes con el que su hermana llevó en su propio enlace. "Ella es una fuente de inspiración para mí", nos dice.

Ya con la capa elegida, la novia nos explica que empezó la confección del vestido. Era una prenda con cuello a la caja, sencilla, pero con detalles especiales. "Las chicas de Franc Sarabia me captaron a la perfección, por lo que añadimos el frunce del cuerpo y el encaje de las mangas, el resultado no pudo ser mejor", asegura.

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Una de las ventajas de incluir una capa o un abrigo en un look nupcial es que es posible desprenderse de ella durante la celebración y dejar a la vista un vestido que, hasta ese momento, había permanecido medio oculto. De ese modo el estilismo se transforma, dando la sensación de estar ante dos diseños diferentes. Alicia lo hizo así, pero contó con una tercera opción en el baile.

Tal como se puede apreciar en la imagen, la novia colocó sobre el cuerpo una chaqueta bordada de pedrería en tonos blancos y dorados. Alicia nos cuenta que se enamoró de ella y que la compró incluso antes de tener el vestido, sabía que le daría uso.

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Seguir las tradiciones

Para algunas novias es importante cumplir con aquello de llevar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul, una bonita tradición que Alicia quiso seguir en su boda. Nos explica que su algo prestado fue el velo, un diseño de tul con el que se casó su hermana y que no dudó en lucir cubriendo su rostro.

Su algo azul fueron las joyas. Alicia llevó su anillo de compromiso, un diseño de Suarez de zafiros y diamantes que hacía juego con sus pendientes. El algo nuevo su vestido, claro está, y lo viejo "fue una medalla de la Virgen Milagrosa de la que somos devota toda mi familia y llevé en el ramo". Para completar su look la novia eligió unos zapatos de Flordeasoka, en color avellana.

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Un ramo lleno de significado

Margaritas, jazmín y rosas blancas. Esas fueron las tres variedades de flores que Alicia eligió para su ramo, una composición que se completó con detalles de olivo y eucalipto. "Todas las flores tenían un significado, las margaritas las favoritas de mi madre, el jazmín las de mi hermana y las rosas blancas las mías", nos explica. El resultado no pudo ser más bonito.

Si hay un peinado que enamora a las novias del sur, ese es el moño de bailarina. Un recogido cómodo y favorecedor con el que Alicia se sintió cómoda desde el primer momento. En cuanto al maquillaje, la novia apostó por la tendencia más perseguida por las prometidas actuales: un look muy natural que busca potenciar la belleza natural. Ambos trabajos fueron obra de Antonia Ríos.

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Su historia de amor

No es casualidad que la ciudad de Roma tuviera una gran presencia en la boda de Alicia y Alejandro. Desde las invitaciones hasta el seating plan, que diseñó el padre de la novia, estaban inspirados en monumentos y plazas de la ciudad eterna. "Nos conocimos allí estando de Erasmus", nos explica.

Aunque fue Italia el país que los juntó, en realidad, ambos eran de Cádiz: ella de Algeciras, él de Jerez, lo que facilitó mucho las cosas. Cuatro años después de aquello, el día de su aniversario de novios, tomaron la decisión de casarse y un más tarde se daban el 'sí, quiero'.

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El gran día

El pasado 14 de octubre Alicia y Alejandro se casaron en el Real Convento de Santo Domingo, en Jerez de la Frontera, en una ceremonia muy especial oficiada por un buen amigo de la pareja. "Yo soy de fuera, pero cuando ambos entramos en esta Iglesia supimos que nos íbamos a casar ahí", asegura la novia.

Después se trasladaron a las Bodegas Fundador, donde tuvo lugar la celebración. "Fue el primer y único sitio que visitamos ya que tenía todo lo que queríamos. Un cóctel al aire libre con el entorno de las botas típicas del vino de Jerez, y la comida en salón interior en el que no tendríamos problema con la climatología y eso nos daba tranquilidad", asegura.

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Anécdotas y momentos especiales

Alicia tenía claro que quería llegar puntual a su boda para no hacer esperar a sus invitados. "Cuando pasé con el coche aún estaba Alejandro en la puerta con la mayoría de invitados, por lo que dimos la vuelta y estuvimos haciendo tiempo en doble fila", rememora.

El momento más especial de aquel día llegó justo después: "el que entré en la iglesia y fui consciente de que iba a casarme con él", asegura.

Cuando le pedimos a Alicia que de un consejo a otras parejas que, dentro de poco, se darán el 'sí, quiero', no tiene dudas: "Que disfruten de todo el proceso que conlleva la preparación de la boda, desde el día de la pedida hasta el día de la boda que, aunque suene típico, pasa muy rápido. Que no se preocupen por los contratiempos que puedan ocurrir, que todo va a salir bien y que lo más importante en ese día son ellos y que van a ser uno para siempre".

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