Un vestido sencillo y 'made in Spain' para Gabi, la modelo que se casó en Chile con su gran amor

Uno podría pensar que una modelo, por su vinculación con el mundo del diseño, tiene muy claro con qué prendas se vestiría en cada ocasión, también el día de su boda. Sin embargo, Gabi nos cuenta que ella estaba llena de dudas cuando llegó el momento de elegir su look nupcial. Solo sabía que buscaba un diseño que encajara cien por cien con su estilo, con el que sentirse auténtica, cómoda y guapa. Y también que fuera obra de la firma española Jesús Peiró.

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La modelo chilena nos explica que desde el primer momento tuvo muy claro que quería confiar en esta firma española. "Me encantan sus diseños bien ejecutados, sus siluetas elegantes, los materiales y telas con los que trabaja, el slow fashion y el trabajo manual y artesanal de los vestidos, además de la trayectoria que tienen con más de 30 años en la industria", asegura.

Gabi nos explica que junto a su madre y al equipo de Rêve de Soie —son los representantes oficiales de Jesús Peiró en Chile, su país de origen— viajó hasta Barcelona para visitar el taller de la firma. "Estuve con Merche Segarra, directora creativa de la firma, y en su despacho empezamos a conversar, imaginar, buscar inspiración para así llevar lo que tenía en mi cabeza al papel. Ella iba dibujando bocetos e íbamos intercambiando ideas. ¡Fue muy entretenido y ella es lo máximo!", recuerda emocionada la novia.

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Tres meses después recibió su diseño en Chile para que el equipo de Rêve de Soie hiciera los últimos ajustes. Se trataba de un vestido sencillo y muy elegante. Una prenda con un favorecedor escote palabra de honor, cuerpo ligeramente encorsetado y una falda de corte princesa, pero de volumen medio. Gabi lo completó con un elegante velo de tul. Y es que, como nos contaba en una entrevista la propia Merche Segarra, este elemento es fundamental, a su juicio, para que una mujer realmente se transforme en una novia.

La modelo nos explica que para la fiesta reemplazó este diseño por un segundo look. "Quería algo que fuera cómodo para bailar toda la noche y no salir de la pista de baile, pero a la vez algo elegante y chic", asegura. Por eso, junto a Rêve de Soie creó un vestido confeccionado con lentejuelas blancas nacaradas opacas, con la espalda al descubierto.

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El poder de los accesorios

Cuando se trata de elegir las joyas que acompañarán a la novia en su gran día, muchas coinciden en lucir su anillo de compromiso —el de Gabi es un diseño exclusivo creado por Max, su ya marido, junto a la firma de alta joyería Rosselot Joyas— y unos pendientes más o menos llamativos en función de su estilo y el tipo de vestido que llevan. Sin embargo, al llevar un escote palabra de honor, la modelo también quiso lucir una gargantilla, un diseño de oro blanco con tres quilates de diamantes de la misma firma que sus pendientes y anillo de compromiso.

Gabi completó el look con unos de los zapatos más icónico de Christian Louboutin, el modelo Iriza en color blanco. Un diseño que también lució con su segundo vestido. Aunque, sin duda, uno de los complementos más especiales fue el que llevó con esta prenda. "Como accesorio usé una bufanda de plumas de Jesús Peiró, lo que le dio un toque más de fiesta", nos explica.

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Un ramo con peonías

Si algo tienen claro muchas novias es que su ramo tiene que llevar su flor favorita, algo que no siempre es fácil, ya que la época del año en la que se celebra la boda influye directamente en la elección de las flores. Sin embargo, Gabi tuvo suerte y pudo llevar un diseño con peonías. Pero esta composición también tenía verónicas y mucho verde y estaba atada por una cinta azul de terciopelo. "Lo que hizo más especial aún mi ramo fue que me lo hizo mi cuñada con su socia, floristas y dueñas de Decoproduccion, ambas personas que quiero mucho y que ponen todo el corazón en lo que hacen", nos cuenta.

Gabi empezó a trabajar como modelo con solo catorce años y su experiencia la ha llevado a conocer a infinidad de profesionales relacionados con el sector. Uno de ellos es el maquillador Raúl Flores, también su amigos, a quien eligió para un día tan especial. "¡Confío tanto en él que ni siquiera hicimos prueba de maquillaje! Me hizo un maquillaje natural y liviano, con un delineado difuminado mate. El pelo lo dejamos suelto, con ondas sutiles para darle volumen, y fijó el velo, que cayó solo y muy largo (¡era de seis metros!). No usé tocado y resultó un look muy limpio, elegante y me sentí muy yo", añade.

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Su historia de amor

Gabi y Max se conocieron cuando eran unos niños. Ella tenía 16, él 17 y coincidieron en un cumpleaños. "Empezamos a conversar y al tiro hubo mucha química. Ese verano solo nos separamos porque yo tenía un viaje de trabajo a Londres pero no paramos de hablar. Unos meses después nos pusimos a pololear (como se dice en Chile, jajaja)", nos cuenta divertida.

Durante mucho tiempo su relación fue a distancia. Ella vivió cuatro años en Nueva York por temporadas. Siempre que podían uno se escapaba a ver al otro. "Llevamos toda una vida juntos, creciendo y acompañándonos en todas las etapas más importantes de nuestra vida y hoy ya somos una familia", asegura.

Tras diez años de relación Max le pidió matrimonio. "Siempre fue algo que sabíamos que los dos queríamos, pero la verdad no era algo que me preocupara, quería que pasara en el momento que tuviera que pasar, sin presiones. Y así fue… ¡muy inesperado, sorpresivo y feliz! Max se preocupó de cada detalle, lo pensó todo muy bien para que todo fuera muy especial", nos explica la novia.

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Y llegó el gran día

El pasado 25 de noviembre, Gabi y Max se dieron el 'sí, quiero' en la Viña Santa Rita, una finca ubicada en Santiago (Chile) que cuenta con una bonita capilla. "Un sacerdote que nos conocía mucho hizo una ceremonia muy linda y personalizada", nos cuenta la novia.

Tal como nos explica, la fiesta tuvo lugar en el mismo entorno y, aunque ellos fueron los encargados de organizar todos los pormenores —nos explica que no contaron con la ayuda de ninguna wedding planner— Amelita Izquierdo se encargó de la decoración, inspirada en un bosque, y el catering. "¡No pudo haberlo hecho mejor! A todo le pone su sello, buena energía y exquisita comida. ¡confiábamos mucho en ella", asegura la novia.

Gabi nos explica que para ella lo más especial de aquel día fue, sin duda, estar rodeada de todos sus familiares y amigos. "De los que más te quieren, sentir todo ese amor es el mejor sentimiento. Dar la vida bailando, cantando y estar con tu gente es todo".

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Tal vez por eso, cuando le pedimos un consejo para otras futuras parejas lo tiene claro. "Que ese día solo se preocupen de disfrutar y pasarlo bien porque pasa volando, suena cliché pero es verdad. Atesoren cada momento y sean conscientes de lo que están viviendo para que no se les olvide nada. Y si bailan vals o cualquier otro baile, acordarse de que solo ustedes saben la coreografía, así que si uno de los dos se equivoca lo más probable es que nadie lo note. ¡¡Así que a disfrutar!! Porque se les viene un día demasiado especial. Lo más importante es tratar de estar tranquilos y relajados".

Gabi quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda.

• Mi banquetera fue Amelita Izquierdo, ella y su equipo hicieron que todo saliera increíble. La comida, la decoración, que parecía como entrar a un bosque, lleno de flores y verde, tal cual me lo imaginaba… ¡y mucho mejor!! 
• Nuestros fotógrafos, Agencia Ocular, son una pareja espectacular. Sacaron fotos hasta minutos antes de que terminara la fiesta y retrataron los mejores momentos de un día inolvidable. 
• Nuestro Dj, Mundy, nos hizo bailar toda la noche con la mejor energía, música e iluminación.
• Nuestro video lo hizo Pablo Giovanni que logró capturar cada momento y transformarlo en una película que parece sacada de un cuento.

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