A principios de diciembre María y Julio se daban el 'sí, quiero' en Valencia. La suya fue una boda con una marcada temática navideña celebrada en campo Campo Aníbal —la ceremonia religiosa tuvo lugar en la Parroquia de Santa Bárbara de Rocafort—. Y es que, como nos explican Pilar Roca y Macarena Gea, las wedding planners de Bodas y algo más, los novios son unos enamorados de la Navidad. "Nos contrataron los novios hace más de un año y tenían muy claro que querían que fuera una boda navideña porque les encanta esta fecha". Se pusieron manos a la obra y el resultado no puede ser más inspirador.
La novia llevó un vestido de La Bohême con una cola desmontable pintada a mano, zapatos de terciopelo verde, de Menbur, su anillo de compromiso de Rabat y pendientes de su familia; el novio, un chaqué a medida de The Bund Madrid y zapatos de Lottusse.
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Mesas imperiales y mucha vegetación
Si hasta hace algunos años las mesas redondas eran la única opción para sentar a los invitados, desde hace algún tiempo las mesas imperiales se han convertido en una tendencia en alza. No solo permiten aprovechar los espacios de una forma diferente, sino crear montajes muy espectaculares, como el que vemos en la imagen.
En esta ocasión la vegetación tuvo un papel muy importante. Y es que el verde no solo se apoderó de los centros de mesa, como suele ser habitual, sino que además de desbordarse de las mesas, adornó el techo, creando un ambiente mucho más acogedor y adecuado para una boda celebrada en estas fechas.
La importancia de las mesas redondas
Aunque las mesas imperiales pueden ser una buena alternativa para sentar a grupos de invitados grandes (pensemos, por ejemplo, en los amigos de la infancia) lo cierto es que mezclarlas con mesas redondas suele ser importante no solo para hacer menos monótono en montaje, sino para permitir que la conversación fluya de forma más fácil.
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Madera, verde y rojo
Una de las cosas más importantes a la hora de plantear la decoración de las bodas es tener en cuenta la gama cromática que predominará en la misma. Con esta elección se consigue crear una mayor coherencia y también jugar con diferentes alternativas para evitar caer en la monotonía.
En el caso de la boda de María y Julio, los tonos madera, verde y rojo estuvieron muy presentes en todos los detalles. En esta imagen podemos apreciar como los tres colores fueron los protagonistas de una de las mesas imperiales.
Máxima personalización
Los novios suelen buscar que su personalidad se refleje no solo en sus looks, también en todos los detalles que forman parte de la boda y la decoración no es una excepción. María y Julio, por ejemplo, son dos personas detallistas que quisieron que sus invitados se sintieran especiales. Una bonita forma de agasajarlos es apostar por servilletas personalizadas con sus iniciales, una tendencia en alza que suele gustar, y mucho, a los convidados.
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Acuarelas de invitados
Con la intención de sorprender a los invitados (y a la novia), Julio se puso en contacto con las chicas de ERB Estudio que estuvieron realizando acuarelas de los invitados en directo. Un detalle muy especial que cada vez más parejas, como Marta Pombo y Luis Zamalloa, se animan a incluir en sus bodas.
Mantelerías de colores
Aunque el tartán es uno de los estampados que más nos hace pensar en la Navidad y el invierno, los prints suelen ser bastante limitantes a la hora de montar una mesa de boda. Un motivo que lleva a las wedding planners a aconsejar el uso de mantelerías lisas. Pero que sean lisas no significa que sean aburridas. En la boda de María y Julio se utilizó una combinación de manteles verdes (de EventOH!) y beis para vestir las mesas con los que logró una perfecta armonía.
La mesa de los niños
Tal como nos explican las wedding planner, los novios quisieron poner mucho énfasis en la mesa infantil, y el resultado no pudo ser más bonito. Un mantel de cuadros escoceses, bajoplatos de ratán, menaje sencillo, arbolitos para presentar los cubiertos... Y unos cascanueces como grandes protagonistas de la mesa. ¿Es o no una elección inspiradora?
Centros de mesa muy navideños
Pilar Roca nos explica que toda la decoración floral corrió a cargo de Atelier de la Flor. "Jose, gran amante de la navidad, enseguida entendió lo que queríamos y se volcó con esta boda", apunta. El resultado no pudo ser más especial. Empezando por los centros de mesa, sencillos pero muy especiales.
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Centros de mesa muy navideños
Esa pasión de los novios por la Navidad no solo se reflejó en los centros que adornaban todas las mesas, también en la mesa presidencial, en la que la decoración floral era desbordante. Abeto, muérdago y otras plantas típicas de esta época del año ayudaron a Jose, de Atelier de la Flor, a dar vida a este montaje tan especial.
Sí a las velas
Las velas, en las bodas, tienen dos misiones. Por un lado la de ayudar a iluminar la estancia, sobre todo si las luces no son demasiado potentes; por otro, la de crear un ambiente cálido y con cierta magia, algo que aunque funciona fenomenal en las bodas celebradas en las noches de verano, multiplica su efecto en las celebraciones de invierno.
Un 'seating plan' muy original
Estamos acostumbrados a que los seating plan, esa especie de guía que sirve a los invitados para encontrar su lugar en la mesa, sean cada vez más especiales. Pero quizá no esperábamos ver uno compuesto a base de tarjetones que bien podrían ser felicitaciones navideñas o cartas llenas de buenos deseos. Esta fue la elección de María y Julio para su boda, un detalle que no dejó indiferente a ningún invitado.
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