Blanca y Javier se conocieron en una de esas noches que el destino tenía preparada una gran historia de amor. Córdoba fue el lugar elegido por estos novios para darse el ‘sí, quiero’. La iglesia elegida fue la parroquia de El Salvador y Santo Domingo de Silos, donde se vivió uno de los momentos más especiales de la ceremonia: “Al finalizar le canté a mi madre, Cristina, que está en el cielo, una canción, la de Madre, de Hakuna. La tenemos todos muy presente cada día, pero era un pequeño regalo para ella que nos acompaña siempre a mis hermanos y a mi padre, José María, que no sabían que iba a cantar y se emocionaron mucho”, nos cuenta la novia. La guinda de este día tan especial fue en el Real Círculo de la Amistad, un club social de Córdoba, donde Blanca ha pasado grandes momentos a lo largo de su vida. Un broche de oro para comenzar la mejor aventura de sus vidas.
Portada Novias
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EL VESTIDO
Blanca llevó un diseño de Navascués con una pieza muy especial, un velo antiguo de Marta, su suegra, de Mantones del Sur. La radiante novia entró en la iglesia del brazo de su padre y padrino, José María Montero Pérez-Barquero.
LA DECORACIÓN
Marta O’Connor, la madre de Javier, es experta en organizar las bodas más especiales. Por ello, no había mejor persona para confiar el gran día de su hijo.
LOS DETALLES
La alfombra del pasillo de la iglesia era de sisal de espiga y las vestiduras de los reclinatorios, el mantel del altar y la casulla del sacerdote eran de la madre de Javier.
UNIDOS PARA SIEMPRE
Los novios quisieron también celebrar la velación, un rito mozárabe que simboliza la unión indisoluble del sacramento del matrimonio.
“Al finalizar le canté a mi madre, Cristina, que está en el cielo, una canción, la de Madre, de Hakuna”.
SONRISAS QUE LO DICEN TODO
Después de darse el ‘sí, quiero’, Blanca y Javier presumían orgullosos de su alianza, ¡empezaba su vida juntos!
CELEBRACIÓN
El cóctel fue en el antiguo claustro del convento de la Virgen de las Nieves y la comida y discoteca, en el salón Liceo, de estilo vienés, cuyas paredes están recubiertas de cuadros de la historia de Córdoba.
LOS PAJES
Iban vestidos de Mima&Me, firma de Elena de la Puerta, amiga de la novia.
EL RAMO
“Me lo regaló la mujer de mi primo, Paloma, de El Puentecillo. Era con rosas inglesas, clematis, astilbe, brunia y falsa pimienta”, nos cuenta Blanca.
EN FAMILIA
UN DÍA LLENO DE COLOR
La celebración y el banquete tuvo lugar en el Real Círculo de la Amistad, un club social de Córdoba.
ESTILO EN LA MESA
Los manteles de tartán los diseñaron con Options y como centros apostaron por soperas antiguas, árboles altos, candelabros y desmogues, ya que les encanta la caza.
UNA MÁS EN LA FAMILIA
ES HORA DE BAILAR
Finalizado el banquete, Blanca y su padre protagonizaron el tradicional baile padre-hija, dando comienzo así al momento de la fiesta.
LA MÚSICA
“En la comida hubo ópera del Grupo Alborada durante el cambio de platos y terminamos brindando con La traviata. De la música y de la discoteca se ocupó Javier, con su empresa, O’Connor Events, y su equipo de montaje, de Nacho de Grupo SIC. Montaron un festival”, recuerda Blanca.
UN BANQUETE ESPECIAL
Para darle un toque original a la celebración, los novios contaron con la presencia del Grupo Alborada durante el banquete, y terminaron brindand con La traviata.