Yaji, la novia de los tres vestidos de tendencia que se casó en Madrid

Un primer look de aire victoriano, que descubre un segundo diseño sencillo y un tercero con volante te dejarán sin palabras

10 de mayo de 2023 - 11:51 CEST10 may 2023 - 11:51 CEST

Al comenzar el proceso de búsqueda de su vestido o, en su defecto, del atelier que lo confeccionará, las novias se preguntan qué es lo que les hace decantarse por una u otra firma. Basta con prestar atención a las recién casadas que triunfaron con su look para darse cuenta de que es una cuestión de emoción. Yaji es una de ellas, una prometida que lució tres diseños en su gran día y que nos cuenta que la clave de esta decisión reside en el trato: “para mí, sin ninguna duda ,creo que lo más importante es tener afinidad y feeling con la persona que elijas. En estos momentos, son muchos los diseñadores que hay a nuestro alcance. Todos ellos especiales, pero a la vez distintos, como cada una de nosotras”.

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Para su enlace, celebrado en febrero, nuestra protagonista lució tres estilismos, dos de ellos diseñados por Navascués y un tercero que perteneció a su madre. Fueron los dos primeros, los más vistosos, los que dejaron a todos sin palabras en su boda. “Todavía recuerdo el primer día que llegué a Navascués junto con mi madre y tuve mi primera cita con Guille, a quien no puedo apreciar más tanto en lo profesional como en lo personal. En el momento en que me vio y tras darle muy pocas pinceladas de la idea que tenía, supo entenderme a la perfección. Fuimos creándolo poco a poco. Ellos supieron dar el protagonismo, elegancia, sencillez y gusto a ambos vestidos, teniendo siempre la misma base”, relata.

Un cambio de idea sobre el diseño

Yaji nos explica que en un primer momento, como pensaba casarse en pleno verano, solo tenía ideas propias de esta estación del año, pero su enlace era en febrero, lo que le supuso un giro de guion. “Cuando decidimos casarnos en febrero pensé: al final una novia tiene que ir fiel a su estilo. Pero, quería darle un toque original, algo que sorprendiera, sin dejar de lado mi estilo. Lo que sí que tuve claro en ese momento es que sería realizado en satén”, reconoce. También confiesa que la capa era un indispensable para ella, dada la temporada en la que se celebraba su boda. “Fue Navascués quien me inspiró con los bordados que se hicieron sobre la misma (la capa era de terciopelo seda), quedó espectacular. En un principio dudamos sobre el tejido a emplear, pero la elegancia del terciopelo de seda, junto con los bordados, hacía la combinación perfecta”. Y así dio forma a su primer look, de tipo desmontable.

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Un cuello diferente

Lejos de los escotes propios de las novias modernas, nuestra protagonista puso la nota vintage a su primer vestido con un detalle al cuello que no ha pasado desapercibido para amantes del sector y expertos: una suerte de lechuguilla (propia del siglo XVI). “Mi amiga Bea me ayudó con la inspiración. Me iba enviando fotos y bocetos que hacía ella mientras yo comentaba con Navascués cada semana hasta que dimos con ello: un cuello que tuviera suficiente importancia sin ser muy exagerado y que no hubiéramos visto hasta el momento”, desvela.

Un segundo vestido

A partir de la base del primer diseño, Navascués puso ‘toda la carne en el asador’ para crear un segundo diseño especial. “La ‘guinda’ o, como lo hemos llamado siempre entre risas durante el proceso, ‘la reliquia’ fue la figura de organza que me hizo Navascués como segundo look. Aún sigo sin palabras de cómo, en tan poco tiempo, supieron lo que quería para hacer otra propuesta espectacular con la base del primero”, dice Yaji. Era un diseño en el que destacaba un gran volante asimétrico sobre uno de los hombros, muy en tendencia.

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El tercer diseño

En un bonito homenaje a su madre, Yaji lució un tercer diseño, una pieza especial que precisamente la madre de la novia llevó al altar. “Siempre me había hecho ilusión llevar algo de su traje en el mío, pero dado que el estilo era totalmente distinto, decidimos ajustarlo a mi talla y hacer la falda ‘mini’ para lograr un vestido de fiesta”, afirma. La prenda era realmente especial, pues estaba inspirada en un famoso look que Carolina de Mónaco llevó en el Baile de la Rosa. “Mi madre, antes de casarse (en el año 1988) lo vio en aquel entonces en la revista ¡HOLA! estando en la peluquería. En ese momento, se enamoró de él, decidió recortarlo e inspirarse para el traje de su boda”, apunta.

Cada uno de los espectaculares estilismos que llevó en su gran día, estuvieron acompañados por unos accesorios cuidadosamente seleccionados. Entre ellos, destacan sus pendientes de Joyas Antiguas Sardinero, regalo de su tía: “de un estilo vintage que creo que combinaba a la perfección con mi vestido”. El anillo de pedida tampoco faltó, una sortija regalo de la familia de Alfonso (el novio) , de Joyería Gómez-Zuloaga. “El proceso de creación fue escandaloso, como ellas: Adela y María. Sin ninguna duda, tengo muchísimas ganas de poder formar parte de otro gran proceso de creación de una pieza única como esta con ellas”, afirma.

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Un ramo de novia silvestre

Otro elemento clave en la boda, fue el ramo que la acompañó al altar, una creación floral de Alfabia, quienes también se encargaron de la decoración. “Supieron desde el primer momento lo que quería: un ramo en tonos verdes con flor pequeña silvestre que tuviera alguna flor original y especial y fueron las proteas, que hicieron el encaje perfecto que necesitaba acorde con mi vestido”. Yaji quiso tener un detalle con una de sus mejores amigas: “la primera en casarse hace ya 5 años y madre de mi ahijada, Alicia”. Para ella reservó este ramo y, con mucho cariño, le añadió una cinta de color rosa junto con la medalla de la Sagrada Familia: "para que siempre les guarde y tengan un recuerdo de nuestra boda”.

Siguiendo la tendencia de repartir diferentes ramos a personas especiales para la novia durante la celebración del banquete, Yaji no se olvidó de dar su espacio a esos invitados importantes. “Con las numerosas bodas que teníamos, dimos un total de seis ramos que fueron pequeñas réplicas de mi ramo. Y para aquellos futuros novios a los que no les entregamos ramo, les dejamos un pequeño ramillete con astilbe granate y verdes que preparó Alfabia”, apunta.

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Peinado y maquillaje de novia

La guinda del pastel la pusieron su peinado y su maquillaje, dos ingredientes indispensables para los que Yaji confió en el trabajo de Xenia Tió. “Sin duda la volvería a elegir. Había peinado y maquillado a amigas mías en sus bodas o en distintos eventos y conectamos muy bien con ella. Además es una crack por completo tanto en make-up como en peinado y muestra de ello es la Fashion Week de la que forma parte cada año”, argumenta nuestra protagonista.

No quiso innovar en exceso, sino sentirse ella misma y por ello apostó por la versatilidad del moño de bailarina. “Al final, creo que ese día una novia tiene que ser ‘muy ella’ y yo en el día a día voy o bien con el pelo suelto o bien con moño. No quería verme distinta, sino natural y como soy yo”, apunta. En lo que respecta al maquillaje, se decantó por un acabado sencillo, con ojos ahumados y pómulos subidos. “¡Creo que pese a la situación y la cara con la que llegué, lo bordó!”, apostilla.

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Más allá de todos estos ingredientes en cuanto a la figura y el look de la novia, la boda fue todo un éxito por el cuidado que pusieron los novios en organizarla. La pareja se casó, el pasado mes de febrero, en la Iglesia de San Fermín de los Navarros (Madrid) y lo celebró en la Finca Los Cuadros (del Grupo La Blonda). “Pese a que Alfonso es de Getxo, al ser una boda de invierno, decidimos que fuera en Madrid, como ‘en casa’ y fue por ello que elegimos Los Cuadros. Es una finca acogedora y en la que nos iban a tratar como si estuviéramos en nuestra propia casa”.

Organizar una boda en Madrid

Yaji nos confiesa que es una apasionada del universo de los eventos y por ello ha disfrutado mucho el proceso que ha sido la organización de su gran día, algo que ha hecho tratando de cuidar cada detalle. “Lo bueno que tiene casarse en febrero es que tanto la Iglesia, la finca, como el resto de los proveedores con los que quisimos contar, nos dijeron sí desde el primer momento y esto es un gran alivio para muchas novias, ya que no es temporada alta de bodas”, dice.

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“Desde el primer momento supe que quería contar con proveedores principales como Plataforma para la fotografía y con DUSO (De Una Sale Otra) para el vídeo. Una vez tuvimos la disponibilidad de la iglesia, finca y de ellos, sabía que todo iría rodado. Contar con LaBlonda y con su equipo es una suerte, te cuidan desde el primer momento. Y, por supuesto con la persona que fue, sobre todo en las últimas semanas, mi mano derecha, Ana Cano (wedding planner). En cuanto a la preparación de la parte de la fiesta, contamos con la suerte de que Alfonso (el novio) se dedica a la hostelería y eventos dentro del grupo Vespok, por lo que esta parte de la boda fue mucho más fácil. Nos sorprendió a todos con el gran montaje que hizo, ¡fue espectacular!”.

Paso a paso

Aunque los preparativos fueron obra de Yaji y Alfonso, el papel de su wedding planner fue destacado. “No hubiera salido de la misma manera si ese día no llegamos a contar con Ana Cano y su equipo. La volvería a elegir una y mil veces más. Todo salió espectacular y no podemos estar más agradecidos. Cuidaron al máximo detalle cada cosa y nos cuidaron muchísimo a nosotros en todo momento”, recuerda.

En materia de decoración de boda, nuestra protagonista confiesa que Finca Los Cuadros no necesitaba un exceso de elementos para parecer bonita. “Tan solo con la decoración que cuentan sus espacios y un toque de Alfabia con flor silvestre lo hizo todo. Cuentan con espacios muy acogedores y una decoración que podríamos tener en nuestras casas: los papeles de las paredes, el mobiliario, sus jardines…”.

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Decoración de bodas

El precioso comedor quedó decorado al gusto de los novios, un lugar para el que escogieron una combinación de manteles en tonos verdes lisos y estampados y los centros florales de Alfabia, tanto altos como bajos, de inspiración silvestre: “primaba el verde junto con flor pequeña, trachellium, flor de cera blanca, limonium rojo, cardos y solidago, entre otros”. Además, Yaji y su madre pusieron a prueba su creatividad al encargarse de los meseros. “Decidimos secar las flores pequeñas de la pedida y hacer los meseros de manera que le sacáramos partido a las mismas y en caso de que a las invitadas les gustara, pudieran llevárselos a casa como recuerdo. A día de hoy, mis amigas los han enmarcado y la verdad que quedan ideales y así siempre tendrán un recuerdo de nuestro día”, desvela. En materia de detalles para los invitados, hubo otro muy original: “Ana Cano junto con su equipo, una vez las mesas quedaron vacías, desmontaron los centros y organizaron todas las flores de los centros en pequeños ramitos para guardarlos en bolsas de lino y repartirlas a las señoras una vez se fueran yendo de la boda y subiendo a los autobuses. Creo que es un detalle personal precioso como regalo, con algo que ha formado parte de la boda y, ¿a qué mujer no le gustan las flores?”.

¿Qué momentos divertidos marcaron la boda de Yaji y Alfonso?

“Tras la entrega de los ramos, Alfonso tuvo la gran idea de montar una tarima en una zona del comedor y que nos subiéramos con cabezas de panda como si fuéramos directores de orquesta con baritas y animando a la gente, como si dirigiéramos un concierto de música clásica. Por supuesto, no era música clásica sino la canción de CanCan -Dj Prisma (Hardstyle Mix). Alfonso es un ‘loco’ de la música. Le apasiona desde pequeño. ¡Fue un momento increíble! ¡La gente no se lo esperaba para nada y aún no habíamos acabado de comer! Después de la comida, y antes de abrir el baile, contamos con el grupito Los Bomberay. Queríamos que la gente se fuera animando con la primera copa y hacer un ‘tardeo’ apetecible, como suele hacer Alfonso semana a semana, como parte de su trabajo. Creo que no nos equivocamos para nada y todo el mundo estuvo súper animado. De aquí el momento más especial que puedo destacar, además de su actuación, que fue maravillosa, fue el momento en el que una de mis mejores amigas, Bea, salió a cantar con ellos la canción de Y hubo alguien de Siempre Así. ¡La verdad que tiene una voz espectacular y lo bordó! ¡Muchas de las personas se pensaban que era una artista contratada!”.

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“Otro momentazo, fue la hora loca que montamos in-house junto con la ayuda de Ana Cano. ¡La verdad que compramos mucho material que nos recomendó Ana y la gente se lo pasó pipa! En el momento de la recena, pudimos contar con Bomba, un nuevo producto de hamburguesas del grupo Vespok, ¡buenísimas!, que pusimos como parte de la recena. Montaron un foodtruck y vinieron actores disfrazados. La gente lo disfrutó muchísimo y les encantó la idea y las hamburguesas”.

El recuerdo más duro

Consultamos a Yaji qué fue lo más especial de este día inolvidable y nos cuenta esos momentos que guarda en su corazón.

"Creo que lo más especial fue como nos arropó la gente y no nos dejó caer, sino todo lo contrario, disfrutamos y dimos todo y más por ellos. Desgraciadamente, la semana previa a la boda puedo decir que fue la más bonita y la más dura y triste de mi vida. Ingresamos el día 16 de febrero en urgencias con mi abuelo de 99 años. El día 17 de febrero, mi cumpleaños, me dijeron que seguramente no saldríamos del hospital, nos íbamos a ir apagando como una velita poco a poco… y así fue.

Para mí, mi abuelo era y es mi pilar. Algo que no puedo explicar con palabras. Nuestra complicidad, nuestra conexión, la devoción mutua que nos teníamos… Todos nuestros familiares y amigos eran conocedores de ello y la verdad que todos se unieron a la oración para darnos esas fuerzas que necesitábamos. Incluso enfermeros y médicos del hospital, sólo puedo darles las GRACIAS y quitarme el sombrero ante todos ellos por el cariño y apoyo que recibimos. El pasado 24 de febrero, un día antes de la boda, tuvimos un angelito más en el cielo. Un día muy duro, pero decidimos poner la sonrisa y las ganas con las que él hubiera estado y le sentimos más cerca que nunca, acompañándonos y dándonos fuerzas. Desde luego él estuvo en el centro de todo. Pese a esa semana de no dormir, noches en vela sin separarnos, lloros, sin entender nada y vivir en una nube de emociones…todo fue especial, como él. Él me prometió que estaría, y así fue. Meses antes, pensamos que donde más ilusión me hacía que él estuviera era en primera fila, justo detrás de nosotros, el primero. Sabía que ese día vería a mi marido y estaría nerviosa, pero mi mayor ilusión, era verle a él esperarme junto con Alfonso y mi suegra en el altar. Sin embargo, fue mejor aún, estuvo presente en primera fila en el altar con nosotros y en cada una de las personas que nos ayudaron a darlo todo. Una de las cosas más bonitas es que pudimos elegir juntos el evangelio de nuestra boda en el hospital y eso no todo el mundo puede hacerlo. Estar con el 24 horas al día durante siete días antes de la boda fue el mayor regalo que pudo hacerme, y, como dice Alfonso: “él estuvo hasta el momento en que vio que debía entregarte a la persona que más quieres y con la que formarías tu nueva familia” .

Sólo puedo estar agradecida a todas las personas que hicieron de nuestro día el más especial y nos demostraron que incluso en los peores momentos, son capaces de sacarnos una sonrisa y levantarnos con fuerzas. ¡Lo dimos todo y más por todos ellos!".

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Tras un relato de lo más emocionante y conmovedor, desde su experiencia Yaji solo puede mandar un mensaje a los novios que se casan próximamente. "Que disfruten de cada momento y le pongan cariño y muchas ganas a la preparación. Después de meses organizando el gran día, el tiempo realmente pasa muy rápido y sobre todo el día de la boda". Y la idea más especial de todas es un mensaje de traquilidad más que necesario: "que no se preocupen, porque todo sale, y sale bien, y ahí tendrán a las personas que más les quieren para hacer de ese día el mejor de su vida". Ella ya lo ha vivido.