No siempre es fácil dar con el vestido de novia perfecto. A veces hay dudas sobre el tipo de prenda que mejor encaja con la personalidad de quien lo va a llevar; o cierta presión, cuando se trata de un diseño que será analizado al detalle por cientos de ojos. Y si eso sucede cuando se casa una celebrity, cuando la novia es una de las diseñadoras que viste a la jet set, también. El pasado fin de semana Sol Prado López de Carrizosa, diseñadora de T.ba, la firma encargada de vestir de novia a Claudia Osborne o Ana Sainz, entre otras, daba el 'sí, quiero' al analista y consultor Gonzalo de Mora-Figueroa Borrero en Jerez de la Frontera. Y lo hacía con un look lleno de magia y personalidad.
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Sol llegó a la iglesia de San Marcos, un templo del siglo Xlll en el que también se casó su hermana, acompañada de su padre, Gonzalo de Prado Pardo-Manuel de Villena (marqués de Castiglione de Aragón). Fue en ese momento cuando quedó desvelado el secreto mejor guardado: el vestido de la novia.
Lejos de los diseños minimalistas, con detalles de tendencia que suelen elegir las novias que se viralizan con sus looks, Sol se decantó por un vestido de aires victorianos. Una prenda con escote cuadrado y cuerpo encorsetado de la que nacía una falda de silueta A compuesta por varias capas de tejido. El vestido, de manga al codo de gasa y una amplia falda, estaba decorado con bordados vegetales en un tono casi dorado.
Muy llamativa fue también la elección del ramo, una composición floral con un claro predominio del verde, de gran tamaño y asimétrico, que funcionaba perfectamente con el vestido, creando un look romántico.
El peinado favorito de las novias
Cuando una novia elige su vestido debe prestar atención también a otros detalles. Aunque las joyas, los zapatos y el resto de accesorios pueden marcar la diferencia, el peinado y el maquillaje deben estar bien elegidos para que el resultado final sea un éxito. Sol se decantó por un recogido sencillo, pulido en la zona delantera, del que nacía el velo y que estaba decorado por unas peinetas doradas.
En cuanto a su maquillaje, la diseñadora optó por un ahumado en tonos nude y marrones, con un perfilado en negro y pestañas bien marcadas que realzaban sus ojos claros. Para los labios apostó por un labial nude, perfecto para culminar el look.
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