Nunca es tarde para decir ‘sí’

Ya existen rumores de crisis pero que le quiten ‘lo bailao’ a esta pareja de celebridades mundiales que, tras más de dos décadas separados, decidieron reavivar la llama de su amor. Dos bodas, una secreta en Las Vegas y otra en Georgia, y tres vestidos firmados por Ralph Lauren después confirman que lo suyo va en serio y que es bueno volver a confiar en el compromiso siempre que exista el amor.

Él se había divorciado un mes antes de conocerla en una cita con amigos y lo suyo fue amor a primera vista. Carla siempre dijo que el día que viera por primera vez a su esposo lo reconocería... y así fue. Seis meses después, ambos se estaban dando el ‘sí, quiero’ en el palacio del Elíseo, en la mañana de un sábado, y en la más estricta intimidad. El ex presidente de la República francesa y su bellísima, top/cantante/ primera dama siguen paseando su amor 14 años después y tienen una hija en común.

Lo que a priori comenzó como un amor secreto, escandaloso e imposible, ha terminado triunfando, para sorpresa del mundo entero. El ahora rey de Inglaterra y su reina consorte se casaron en Windsor, en una ceremonia civil oficiada por el arzobispo de Canterbury. Ambos tenían casi 60 años, a pesar de llevar toda una vida juntos con muchas idas y venidas. Diecisiete años después, siguen felizmente casados. Ellos son el triunfo del amor.

En 2018 renovaron sus votos nupciales en Bora Bora, pero el presidente del conglomerado de lujo Kering y la actriz mexicana llevan 13 años casados y muy enamorados. Su boda se ofició en la ópera La Fenice, de Venecia, en una ceremonia íntima, acompañados por sus allegados más cercanos, entre los que se encontraban Penélope Cruz y Charlize Theron.

Un vestido de inspiración años 20 firmado por Galliano, un velo sujeto con diadema diseñado por Stella McCartney y una espectacular melena suelta... El matrimonio de la icónica modelo y el guitarrista de The Kills, celebrado en Cotswold, Inglaterra, no duró más de cinco años, pero nos dejó a la novia más cool del siglo XXI.

Se dieron el ‘sí’ justo antes de que estallara la pandemia, pero no fue hasta dos años más tarde, en la primavera de este año y con su hijo ya entre los pequeños invitados, cuando la actriz estadounidense y el galerista se casaron por la iglesia, en una preciosa capilla de la ciudad natal de Chloë, en Darien, Connecticut. Ella nunca duda en arriesgar y en su boda no iba a ser menos, por eso optó por las transparencias en su vestido de alta costura, firmado por Jean-Paul Gaultier.