Crepé, seda, organza… ¿Sabes cuál es el tejido perfecto para tu vestido de novia?

En la creación del vestido de novia soñado hay pasos imperdibles, decisiones que se deben tomar cuanto antes y que marcarán con seguridad el resultado final. Más allá de la elección del tipo de silueta, de las mangas que compondrán el traje o el escote que más favorezca a la protagonista del gran día, el valor principal reside en el tejido y los volúmenes y formas que puedan crearse gracias a él o a ellos, porque pueden combinarse varios. Es precisamente esto último lo que se está convirtiendo en una tendencia entre las más sofisticadas; como hizo Sofía, una de nuestras novias virales. “Antes de abrir el baile, me quedé con el vestido de lana de seda y bambula de corte midi y con el body de tul de seda. Un vestido puzzle en toda regla”, contaba. Como ella, son numerosas las novias que se interesan por las telas que vestirán y con el fin de resolver todas sus dudas, preguntamos a los expertos acerca de las más apropiadas para los diseños de boda.

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Los tejidos tienen la llave del éxito

“Los tejidos son importantísimos en un vestido de novia y en cualquier vestido. No es lo mismo una gasa de seda natural a una sintética… Las caídas, los movimientos, los volúmenes no son para nada los mismos. Nunca trabajo con tejidos que no sean de calidad”. Lo cuenta Jordi Anguera, el diseñador barcelonés que es todo un referente en costura a medida y de colección y con él coinciden otras firmas del gremio. Santos López, director artístico de Santos Costura añade que “los tejidos son los encargados de dar ligereza, estructura, transparencia, opacidad o cualquier otro efecto que identifique el diseño”. Mientras que para Marisa Gutiérrez Cano, directora creativa de Matilde Cano, se deben seleccionar con sumo cuidado, pues suponen un gran porcentaje del resultado final.

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Crepé, seda y gasa

Con los años, las preferencias de las novias van adaptándose a las tendencias y modas estacionales del momento. No obstante, hay tejidos que siempre están ahí y que, con el tiempo, se han convertido en los más buscados. "En este momento, los crepés, las gasas y los georgettes son los tejidos más usados por las novias. Hay una tendencia hacia siluetas limpias y con caídas naturales y estos tejidos son ideales para conseguir ese efecto. Las organzas de poco gramaje son perfectas para conseguir volúmenes controlados, sin perder la transparencia y el efecto sutil de las gasas pero aportando volumen”, puntualiza Santos López.

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Crepé, seda y gasa

Al igual que sucede en un plato de alta cocina, el producto con el que se trabaje desde el origen marcará el resultado final. En la calidad está el triunfo de una propuesta o al menos así lo creen desde Matilde Cano: “Los tejidos más comunes siempre son aquellos que pretenden una calidad en la materia prima como base para el diseño, los más utilizados son el crepé de triacetato, la seda, la organza, los tejidos con bordados, el tul, los de fantasía, el guipur, o los incluyen detalles sutiles de pedrería”.

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Crepé, seda y gasa

Apunta Jordi Anguera que el auge de los diseños minimalistas, sencillos y muy naturales está detrás del éxito de las gasas y los crepés entre las novias. “Todos los tejidos pueden ser más o menos especiales en función a la sensación que se quiera dar o el volumen que se busque conseguir. Las organzas, por ejemplo, nos dan un efecto óptico, con volumen, pero con poco peso y eso suele gustar mucho”, matiza.

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Tejidos naturales y crepé italiano

Cada maestro tiene su propio libro, por ello, cuando preguntamos a estos expertos en materia nupcial acerca de sus telas preferidas, ellos lo tienen muy claro. “Nosotros empleamos tejidos naturales, todo tipo de sedas, gasas, bambulas u organzas. Un tejido con el que me siento muy cómodo trabajando es un crepé italiano, que tiene un gramaje y una caída espectacular”, aclara Jordi Anguera. 

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Tul de seda, bambú y algodón 

En los materiales, coincide con los que protagonizan las creaciones de Santos Costura. "En nuestra casa somos especialistas en crear efectos tridimensionales utilizando técnicas poco usadas y que solemos aplicar sobre tules de seda, bambú o algodón creando bordados sutiles que se funden con la piel y que mezclamos con otros tejidos como el crepé y el georgette de seda”. Una opción perfecta para novias románticas que busquen poner una nota original a su vestido.

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Crepé de triacetato, tul bordado y guipures

“El tejido que más utilizamos es el crepé de triacetato, para la línea mas clásica y sobria, con cortes más minimalistas, porque te permite ajustarlo al cuerpo. Luego siempre complementamos con tejidos como tules bordados, para vestidos con corte más romántico. Incluso para el look bohemio utilizamos guipures con acabados como la puntilla, que le dan prestancia al vestido”, defiende Marisa Gutiérrez, de Matilde Cano. El crepé de triacetato está entre sus telas favoritas porque con ella se consigue una ejecución perfecta en cuanto a costura y se adapta sin problemas a todo tipo de cuerpos.

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El secreto está en el diseño

¿Es el tejido lo único que importa para dar forma a un vestido de novia bonito? Hay más ingredientes y para Santos Costura, otros son más relevantes. “A mi modo de ver para favorecer a una persona según su silueta es más importante el patrón y los cortes y volúmenes estratégicos que usemos para conseguir, junto a los tejidos, el diseño ideal para cada figura” destaca.

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El tejido como una parte de un todo

Jordi Anguera ahonda aún más en la cuestión de la actitud, pues considera que mediante ella cualquier diseño puede resultar favorecedor, independientemente de la condición física de cada persona. No existe un único tejido que favorezca a una silueta concreta. “No solo es cuestión de silueta, es todo un conjunto. El rostro, el cuello, la manera de andar, de lucir… Se puede tener unas medidas espectaculares y no tener nada de porte y al contrario, puedes tener una talla grande y tener un porte espectacular. Cuando vas a un atelier hay que dejarse aconsejar”.

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Trucos que funcionan para sacar partido a cada tela

Por su parte, en Matilde Cano sí creen que hay tejidos más apropiados para las diferentes siluetas de cada vestido, aunque, aclaran, “depende del morfotipo de la novia y el traje que se decida a llevar”. Por ejemplo: “Si es una mujer alta, se puede permitir varios diseños que a lo mejor favorecen más a este tipo de altura, frente a los que lo harían en una persona más bajita. No obstante, siempre ajustamos el diseño según el gusto de la novia y en función de su fisonomía para que sea perfecto, jugando con los tejidos que más le favorecen”.

¿Cuáles disimulan o benefician a quienes los visten? “Si hay que dar un aspecto más delgado o reducir, podemos darle cierto empaque a la parte del cuerpo para que siluetee a la novia gracias a un corsé. Si es una novia bastante delgada, con un corte más lencero, recurrimos a un tejido más satinado, más sedoso, que nos permita un corte al bies, o una falda que simplemente deje caer una cola con cierto efecto desmayado”, concede. La guinda del pastel serían los tules que se podrían colocar como velos, los encajes antiguos para las mangas o detalles más llamativos como plumas o pedrerías. Propuestas para todos los gustos.

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