Las joyerías españolas más populares entre las novias de nuestro país

Desde el anillo de pedida hasta las alianzas, las novias pasan por un proceso que dura varios meses en los que los preparativos y la búsqueda de las joyas perfectas se convierten en parte del día a día. Los anillos, pendientes, pulseras, collares o colgantes por los que se decantan las mujeres de nuestro país de cara al gran día se eligen en base a unos criterios entre los que destacan su propio estilo, la estética del look nupcial o la comodidad. Estos factores los tienen en cuenta las joyerías más reconocidas y visitadas de España, que cuentan con la experiencia y el conocimiento necesarios para asesorar a quienes cruzan sus puertas. Si bien en nuestro país hay numerosos joyeros de prestigio, estos son los nombres más populares en el sector nupcial.

Bárcena

En el corazón del madrileño barrio de Salamanca se ubica Bárcena, una joyería que rezuma buen gusto e historia en sus paredes. Especializada en piezas vintage, su labor está ligada a la búsqueda de estos tesoros del pasado y la valorización de los mismos. Para las novias que huyan de lo convencional y se sientan atraídas por la singularidad de una joya que ha sobrevivido al paso del tiempo, sus selectos anillos, pendientes, broches o tiaras podrían convencerles. Sus creaciones del siglo XVIII y XIX cuentan con una estética digna de museo.

Calle Lagasca, 62. Madrid.

Abrines

Cuatro generaciones y una exquisita manera de hacer las cosas hacen de Abrines una de las casas joyeras con más solera de Sevilla. La experiencia y la pasión por la joyería se han transmitido de generación en generación desde sus inicios (en 1925). “Acudimos a los principales países y mercados, de donde proceden las mejores gemas y elegimos e importamos las que nuestros clientes exigen: sólo aquellas que superan nuestros criterios de calidad”, apuntan en su web. Cada una de sus piezas ha pasado un cuidadoso proceso artesanal que la convierte en exclusiva, es por ello que cada vez más novias se dejan asesorar por ellos.

Calle Asunción, 1. Sevilla. Calle Tetuán, 1. Sevilla.

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Grassy

De nacionalidad francesa, origen italiano y nacido en Argelia, Alexandre Grassy solo hacía escala en España cuando un joyero portugués le animó a que apostara por el país y abandonara la idea de llegar a América. De su familia, Grassy había aprendido el oficio de la orfebrería milanesa y fue esta pasión la que se convirtió en su profesión. Su pasión por los relojes le llevó a instaurarse como uno de los grandes expertos de la capital y una firma de una reputación casi incalculable. Hoy sus herederos mantienen el prestigio de la casa y la ligan al compás de los tiempos con colecciones que tienen mucho de artísticas. Por todo ello y por su saber hacer son muchas las novias que acuden a sus sedes.

Gran Vía,1. Madrid.

Calle José Ortega y Gasset, 17. Madrid.

Rabat

En 1977 Esteban Rabat abrió un pequeño taller de joyería con la esperanza de prosperar en el sector. Cuatro ciudades y una reputación en el universo del lujo después, pueden confirmar que sus deseos se cumplieron. “Actualmente RABAT está presente en Barcelona, Madrid, Valencia y Tarragona, donde se puede disfrutar de una mágica exposición de joyas, diamantes, gemas y relojes de las más prestigiosas firmas internacionales”, explica la firma en su web. Las novias contemporáneas se decantan por sus piezas porque en ellas encuentran el equilibrio exacto entre vanguardia y clasicismo.

Varios establecimientos en España.

Joyas Sardinero

Pilar Lobato es el alma detrás de Joyas Sardinero y quien hizo de su afición su profesión. Desde 1998 esta casa cántabra selecciona las mejores piezas antiguas para novias con personalidad. En su catálogo, la mítica joyería cuenta con creaciones que van desde el siglo XVIII a los años 80, con diseños propios del Art Decó, el Art Nouveau y la época Chevalier. Sus profesionales, con una dilata experiencia en el sector, conocen a la perfección a su cliente: “Nuestros clientes buscan joyas de época, realizadas en oro o platino, con brillantes y piedras naturales. Buscan la exclusividad de una joya única y el saber hacer del orfebre de la época, frente a la venta al por mayor de hoy”, exponen a Tu Boda ¡HOLA!.

Calle Gran Via, 43, por Iparraguirre. Bilbao.

Calle Goya, 27. Madrid.

Calle Calvo Sotelo, 16. Santander.

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Pepe Alba

La joyería experimental de Pepe Alba encaja a la perfección en estilos muy diferentes de novia: desde las minimalistas hasta las amantes del arte, pasando por las bohemias y hippies. El mercado es amplio para las piezas de un creador original que rompió con lo establecido en creaciones revolucionarias en cuanto a textura y forma. Natural de Zamora, su obra pervive en la firma de nombre homónimo, en sus diseños delicados y conceptuales.

Calle Alfonso de Castro, 13. Zamora.

Calle de Hermosilla, 6. Madrid.

Calle Arco, 7. Salamanca.

Javier Baquerizo

1945 es el año en el que Javier Baquerizo Joyero vio la luz en Córdoba. Dos generaciones y numerosas parejas que los han escogido avalan una impecable trayectoria en el sector de las joyas. Sus modelos, que destacan por la atemporalidad y durabilidad, han hecho de ellos un referente en la ciudad andaluza. ¿Su especialidad? Anillos de pedida, pendientes de brillantes, perlas australianas, colgantes, pulseras o alianzas de boda componen su oferta más aclamada, siempre poniendo la máxima calidad como referencia.

Calle el Laurel, 2, 14006 Córdoba.

Balta Joyero

Baltasar del Palacio y Conchita Baquedano se iniciaron en el universo de la joyería hace más de 55 años. La firma con sede en León se ha convertido con el paso del tiempo en un referente en el sector más allá de sus fronteras. La misma calidad de los comienzos la mantiene hoy María Palacio, hija de los precursores, al frente de la casa desde hace 25 años. “En BALTA, tratamos de mantener siempre la belleza natural de cada gema, y se trabaja para que toda pieza ilumine su propio espacio expresivo”, apuntan en su web. Sus colecciones entre las que destacan compromiso, alianza o privée convencen a novias de todos los gustos.

Gran Vía de San Marcos, 11 León. 

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Los Lobatos

Con sede en Toledo, Los Lobatos es una de las empresas con más historia y tradición de la ciudad castellanomanchega. Desde 1925 esta joyería familiar ha creado y comercializado multitud de piezas para las novias más clásicas. En estos últimos años han sumado a su oferta unas nuevas instalaciones “de fabricación, diseño, prototipado, fundición y corte de láser, para conseguir el mejor acabado de una joya y al mejor precio del mercado”, apuntan en su web. En sus talleres dan vida, con éxito, a nuevas piezas o transforman otras añejas que les hacen llegar sus clientes.

Avenida Coronel Baeza, 13. Toledo.

Sant 

La tercera generación de la familia de Ramon Sant Mercader y Alfons y Rafel Serrahima está al frente de Sant, una de las joyerías más emblemáticas de Barcelona. Su estilo entonces “recibe una gran aceptación entre una burguesía cultivada que huye de la ostentación propia de las postguerras”. Es entonces, continúa explicando la web de la casa catalana, como su esencia evoluciona con los años “hacia el estilo propio de los diseños de Eduard y Mercè Sant Corominas, hijos de Ramon Sant, que en los años 1970 toman definitivamente el relevo del negocio”. Frente a la estandarización y la masificación de las piezas que vive el sector, sus herederos abogan por la discreción, el diseño y la artesanía más honesta.

Carrer de Petritxol, 1. Barcelona.

Gold & Roses

Sonia Ruiz y Hannah Rodríguez son el tándem y batuta tras Gold & Roses. “Tras formarse como gemólogas y diseñadoras y, después de haber trabajado para algunas de las mejores compañías de joyería del mundo, en 2014 deciden crear Gold&Roses, una marca de joyería en oro de 18kts, con una cuidada imagen, espíritu internacional y con un diseño actual, femenino y favorecedor”, explican en su web. Los diseños que combinan cierto aire arquitectónico y un gran vínculo con el universo de la moda convencen no solo a novias, también a invitadas, por su atemporalidad, versatilidad y sofisticación.

Varios puntos de venta en España.

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Jael Joyería

“En 1952 los hermanos Ricardo y Aladino Fernández Aneiros iniciaron su andadura profesional en su casa paterna atendiendo encargos de joyas en condiciones bastante precarias”. Con estas palabras introduce la web de Jael Joyería la historia de esta casa gallega, que tiene detrás a una saga que con cariño ha ido creciendo en el universo de la joyas. A aquellos comienzos le siguieron las aperturas en Ferrol, Santiago de Compostela, Lugo y Coruña, por parte, también de sus herederos. Convertida en una institución en la sociedad de Galicia, esta empresa ha convencido a novias y novios por igual por su selecto catálogo y el agradable trato al cliente.

Rúa do Xeneral Pardiñas, 7. Santiago de Compostela.

Rúa Compostela, 8. A Coruña.

Ele Ka

Más de 60 años han transcurrido desde que Clemente Navarro Fabregat empezara la fabricación de cuatro modelos de cadenas en la localidad valenciana de Godella. Aquellos serían los inicios de una empresa que en poco años se hizo con el mercado nacional y el europeo. Actualmente son tres generaciones las que están dejando su impronta en esta joyería, para la que el diseño y el I+D+i son pilares de su propuesta. El futuro de esta firma pasa por revolucionar el mercado y seguir apostando por la excelencia, para conservar la reputación que les caracteriza.