En los últimos años la edad media a la que se casan los españoles ha aumentado. Según datos del INE, las mujeres lo hacen a los 35, mientras que los hombres suelen alcanzar los 37. Y eso repercute directamente en la elección de los vestidos de novia. Tal como explicaba en una entrevista Rosa Clará, "al casarse más mayores saben más lo que quieren, se dejan influir mucho menos y, sobre todo, saben muy bien lo que no quieren". Porque en cada década unas tendencias encajan mejor que otras, hemos seleccionado algunos de los diseños que mejor funcionan a cada edad.
A los 20
Si has decidido casarte en la veintena, deberías saber que puedes atreverte con todo, también con las tendencias más arriesgadas, como el naked dress. Este tipo de diseños, que simulan cierta desnudez, han conquistado a buena parte de las firmas, que lo reinterpretan una y otra vez en sus colecciones. Si pese a rendirte a ella no quieres un modelo demasiado llamativo, puedes optar por un vestido que juegue con tejidos como las gasas. Con ellas contrarresta la picardía de la prenda.
A los 20
Otra de las tendencias que más ha gustado en 2019 y promete seguir haciéndolo en 2020, es la de integrar la lencería en los vestidos de novia. O al menos crear diseños que la simulen. En ese sentido, los modelos con escote bustier o con corsés tienen mucho ganado. Pero no creas que son solo aptos para mujeres atrevidas, todo depende de cómo se fusionen estos elementos con el resto del look.
A los 20
Aunque el blanco sigue siendo el color preferido de novias y diseñadores, también son muchos quienes exploran otras opciones más arriesgadas, como los acabados metalizados. Si en tu día a día llevas prendas de tendencia, es posible que te atrevas con este tipo de vestidos, a medio camino entre los de fiesta y los de novia. Eso sí, si te decantas por ellos, lo que mejor es que optes por siluetas más clásicas, como un sencillo escote asimétrico y una falda con algo de vuelo.
A los 30
Es posible que los diseños tipo princesa no encajen con tu estilo, pero quieras un vestido con un cierto aire clásico. En ese caso lo mejor es optar por modelos que, aunque de líneas sencillas, combinen elementos de tendencia. Sustituye los escotes corazón o palabra de honor por opciones cuadradas, con tirantes anchos –son más cómodos– y elige faldas con volumen confeccionadas con tejidos con cuerpo y sin brillo, que no resulten pomposos.
A los 30
Si defines tu estilo como sencillo pero elegante, seguro que buscas un vestido de novia minimalista y que, en la medida de lo posible, escape de lo común. Algo que puedes conseguir al elegir una prenda que no solo tenga un corte diferente –un cuello camisero, por ejemplo–, también con tejidos sofisticados como la seda, que imprimen lujo a los diseños confeccionados con ella.
A los 30
Que formes parte de una nueva década no quiere decir que huyas de las tendencias, pero sí que las elijas bien. Las mangas de tipo farol o abullonadas, que recuerdan a algunos de los diseños que triunfaron en la década de los 80, ayudan a dar un toque actual al vestido sin el riesgo de caer en un look que no termine de encajar con tu personalidad. ¡Hay casi tantas opciones como novias!
A los 40
Es posible que, si te casas a esta edad, busques un vestido alejado de cualquier tipo de estridencia. Si ese es tu caso, optar por un modelo sencillo y minimalista puede convertirse en la opción que más te convenza. Además, lo mejor de este tipo de diseños es que se les puede añadir fácilmente una cola o capa que retires conforme avance la celebración o que, incluso, solo luzcas durante la ceremonia.
A los 40
No es casualidad que, al llegar a esta década, muchas novias opten por vestidos que no son blancos. Los rosas, crudos o nude resultan especialmente favorecedores para las pieles algo maduras. Además, si no quieres un diseño que se alargue hasta los pies, al elegirlo en alguna de estas tonalidades tendrás la excusa perfecta para cortarlo. ¡Las opciones midi son muy elegantes!
A los 40
Otra opción es que busques alejarte lo máximo posible de los vestidos de novia más tradicionales. Cada vez más diseñadores apuestan por llevar al terreno nupcial prendas o hechuras que han triunfado en el mundo de la moda. Ese es el caso de los vestidos tipo blazer, que han conquistado a las celebrities y que algunas firmas han reinterpretado al alargarlos hasta los pies y eliminar las mangas.