Los dos vestidos virales de Montse, la novia que quería bailar toda la noche
Elegante pero sin renunciar a la comodidad, esta novia de Melilla escogió dos looks de Fernando Claro y el resultado fue de alto impacto
Montse tuvo claro desde el principio que quería dos vestidos para su boda: uno para la ceremonia y otro, más cómodo, que le permitiera disfrutar de la fiesta. Dos vestidos que diseñó Fernando Claro, uno de los creativos preferidos de personalidades como Eugenia Osborne o las influencers Alexandra Pereira, Marta Lozano o María Pombo.
El primero de ellos era un elegante vestido con una imponente falda con botones en la parte delantera y el cuerpo ceñido, y de manga corta. Como complemento, la melillense optó por unas sencillas sandalias blancas con las que consiguió estilizar aún más su figura.
El vestido tenía también una espectacular lazada en la espalda que funcionaba fenomenal con el moño, de inspiración bailarina, que Montse eligió para recoger su cabello de forma cómoda y favorecedora.
Su segundo vestido, pensado para poder disfrutar de la fiesta, se elevaba varios centímetros por encima de las rodillas. Y se entallaba ligeramente, potenciando y favoreciendo su silueta. Un modelo que gustó mucho en redes sociales.
En este momento, Montse cambió las sandalias por unas alpargatas de cuña, mucho más cómodas para resistir bailando toda la noche. ¡Una de las mejores elecciones de la melillense!
Y es que si algo tenía claro Montse es que quería disfrutar de su gran día al máximo. "Además de que me encantó cómo fue el resultado, estuve muy cómoda. De hecho, es la vez que más cómoda he estado en una boda".
Aunque Montse es de Melilla, Andrés de Alicante y, por motivos de trabajo, residen en Barcelona, decidieron celebrar la boda en Málaga, la ciudad en la que vivían cuando se comprometieron. Para que todo saliera perfecto contaron con la ayuda de Marta Cañete, de Lovely Sense.
De aquel 28 de junio hay momentos que Montse recuerda con especial cariño. "Me cuesta elegir uno en concreto, porque para mí fue especial todo el día, pero si tuviera que quedarme con alguno te diría el momento de entrar en la iglesia junto a mi padre. Aún lo recuerdo y me emociono".
Pero no fue el único: la carta que le escribió su hermana Macarena, el poema de sus amigas... La boda estuvo llena de recuerdos de esos que merece la pena conservar para siempre.
Aunque, sin duda, la anécdota más divertida la protagonizaron ellos. "Alquilamos un coche clásico descapotable para el trayecto de la Iglesia a la finca, pero lo que no tuvimos en cuenta fue que el recorrido se hacía por la autovía. A pesar de que el conductor nos llevó muy lentos, el aire soplaba muy fuerte y tanto Andrés como yo acabamos totalmente despeinados, ¡parecía que nos habíamos peleado por el camino!"