Algunas novias se guían por las tendencias, otras por sus gustos personales. Pero si hay algo determinante a la hora de escoger un vestido de novia es la silueta de la mujer que la va a llevar. Y, más concretamente, el escote. Cada vez más firmas nupciales plantean opciones favorecedoras para todos los cuerpos. Pero si algo ha demostrado Carolina Herrera en su colección Fall 2020 es que esta zona puede ser determinante en un vestido de novia. El diseñador Wes Gordon ha presentado en New York Bridal Week una colección compuesta por once modelos que repasan, en cierto modo, la historia de la firma. Y reivindican el poder del escote, un elemento que ha versionado una y otra vez para dar el toque definitivo a cada diseño. Así, el creativo recupera las faldas de corte princesa de los vestidos más clásicos de la firma, las superposiciones, los bordados, la mezcla de tejidos e incluso los maxilazos. Y combina todos estos elementos con escotes infinitos, versiones más sensuales del palabra de honor o del escote corazón.