Los aztecas las relacionaban con la buena salud, los persas creían que eran lágrimas de la luna y en India las ligaban a la paz espiritual. Existen infinidad de leyendas alrededor de las perlas y no se conoce con certeza quiénes fueron los primeros en descubrirlas, pero lo cierto es que se han convertido en sinónimo de buena suerte. Ya sea por tradición, superstición o simplemente tendencia cada vez son más los diseñadores que las utilizan para adornar sus accesorios y mayor el número de novias que deciden lucirlas en horquillas, zapatos o joyas en su gran día.