Casarse por segunda vez, bien sea con la misma persona o con otra, es la oportunidad para muchas novias de materializar todo aquello que quisieron en su momento y no pudo ser. Un vestido más minimalista, llevar velo, casarse o no de blanco... Sobre todo cuando se trata de un ceremonia civil o al aire libre, el abanico de opciones para una novia se amplía sin límites. Aquí es donde la creatividad de la novia renovada entra en juego: vestidos largos, cortos, tuxedos, pantalones y faldas, aderezados con todo tipo de accesorios, ¡todo vale! El ejemplo perfecto lo tenemos en las celebrities que no han dudado en pasar por el altar dos veces, dejándonos alternativas muy diferentes que pueden guiar tu nuevo look nupcial. Especialmente si te casas a partir de los 40.
Romántico, sencillo y de líneas minimales
Gwyneth Paltrow quiso vestirse de novia por segunda vez, tras un matrimonio fallido con el cantante Chris Martin. Esta vez lo hizo con el productor Brad Falchuck y, lejos de huir del estereotipo novia convencional, sí quiso hacerlo siguiendo una marcada línea minimal y romántica, apostando por una creación de Valentino. Era un diseño con silueta A, encaje floral y transparencias con plumeti que llevaba la espalda al descubierto. Reforzó su sencillez llevando su melena suelta, como suele llevarlo normalmente, de la que prendía un discreto velo de tul blanco. Para el baile se cambió y escogió un mono corto con capa de color blanco de Stella McCartney.
Vestido off-the-shoulder de crepé, de Rime Arodaky (1.210 euros).
Vestido de satén con cuello halter cruzado, de Galvan (860 euros).
Dos piezas con color
La nueva era que está experimentando el terreno nupcial se podría personificar en Marta Ortega. La heredera del imperio Inditex encontró en un conjunto rosa de Valentino la solución perfecta para casarse con Carlos Torretta. Y acertó de pleno. Tan solo dos piezas conseguían enfatizar su marcada personalidad a la hora de vestir: una falda de líneas rectas y una blusa que ha hecho las delicias de las futuras novias que planean pasar por el altar por segunda vez. Liviana y de gasa, con mangas ligeramente abullonadas, cuello alto y unos plisados como único elemento que rompía la pulcritud del diseño. Lo completó con un velo sencillo, un tocado floral y unos originales pendientes en forma de earcuff.
Blusa satinada con cuello perkins, de Vince (345 euros) y falda plisada de tul, de Needle & Thread (148 euros).
Blusa en crepé de seda china, de Chloé (1.150 euros), y falda efecto pareo, de Sonia Rykiel (1.190 euros).
La elegancia del largo midi
Audrey Hepburn no solo llevó un vestido de novia corto en su boda fictícia de la película Funny Face. Superando la ficción, la actriz se casó dos veces y ambas fueron con un diseño que dejaba sus piernas al descubierto. La primera, cuando contrajo matrimonio con el psiquiatra italiano Andrea Dotti, donde apostó por un sencillo vestido mini, de manga larga y con un pañuelo sobre la cabeza a modo de velo. La segunda vez que se casó fue con el también actor Mel Ferrer en 1954, cambiando el pañuelo por una corona de flores y apostando por un sencillo diseño de corte midi, con manga larga y voluminosa falda, firmado por Givenchy.
Vestido de largo midi, con manga asimétrica abullonada, de jacquard y con cinturón ancho, de Ralph & Russo (3.440 euros).
Vestido de encaje con refuerzo en la cintura, de Self-Portrait (402 euros).
Un vestido de princesa
Miranda Kerr se casó por segunda vez con Evan Spielgel, fundador de Snaptchat, tras un primer matrimonio con el actor Orlando Bloom. Lejos de seguir el patrón de la sencillez a la que recurren muchas novias para pasar de nuevo por el altar, la que fuera Ángel de Victoria´s Secret quiso vestirse de princesa gracias a un impresionante diseño de Maria Grazia Chiuri para Dior. Y no lo decimos en sentido figurado, es que, aparte de elegir una silueta que responde a este nombre, la modelo quiso inspirarse en el look nupcial de la princesa Grace de Mónaco en su boda con Rainiero de Mónaco en 1956. Completó su look con una corona de flores de la que prendía un velo de tul.
Vestido palabra de honor, asimétrico y rematado en cola, de Halfpenny London (1.700 euros).
Vestido con bustier y falda con volumen, de Emilia Wickstead (4.695 euros).