El ejemplo perfecto lo tenemos en otro de sus vestidos, un diseño que pertenece a su anterior colección Morning Star. Sus meticulosos bordados-joya con motivos florales lo convierten en una pequeña obra de arte que hacen de él un diseño bohemio y con un tono más relajado que el anterior. Sin embargo, sigue las mismas directrices en su corte: escote asimétrico y una abertura infinita que deja al descubierto la totalidad de la pierna al caminar. Además, sigue una de las tendencias más punteras actualmente en el mundo nupcial. Y es que la lencería se ha propuesto romper sus propias barreras para fundirse en los vestidos de novia de primavera, dejando a la vista unas prendas que antes quedaban relegadas a la más estricta intimidad, como bodies, braguitas o corsés.