Ocurrió en el mes de octubre hace algo más de dos años. Los príncipes de Mónaco cruzaban el Atlántico para asistir a la tradicional entrega de premios Princesa Grace que se celebra anualmente en Nueva York, creada por el Príncipe Rainiero en honor de su esposa Grace. Durante la cena de gala, celebrada en el icónico restaurante Cipriani y a la que asistieron otras celebridades como Naomi Campbell, la Princesa apostó por un inolvidable diseño de Dior que seguía sus patrones de estilo favoritos: colores neutros, manga larga y silueta de línea 'A'. Sin embargo, rompió sus propias normas gracias a un estampado poco habitual en ella: unos motivos florales en color verde que contrastaban con el impoluto blanco. Algo de lo que se han hecho eco las firmas nupciales varias temporadas después.