Kate Moss y Cindy Crawford en los 90 pero también otras generaciones de tops internacionales como Arizona Muse o Bar Refaeli sucumbieron al encanto del vestido lencero. Sin embargo, cuando hablamos de casarse con un slip-dress, es inevitable volver la vista atrás al año 1996 y recordar a su pionera: Carolyn Bessette. La modelo se casó con John John Kennedy enfundada en un inolvidable diseño de seda blanca firmado por Narciso Rodríguez para Cerruti que sentó cátedra en el mundo de las novias. Tanto, que hoy en día no solo mujeres famosas y anónimas recurren a él, también aristócratas como Alessandra de Osma han convertido esta pieza en el secreto mejor guardado de su boda. Ahora, esta eterna tendencia afianza su éxito en vestidos para novias que acuden a él tanto en su camino hacia el altar como para la preboda o la fiesta posterior a la ceremonia. A continuación, te ofrecemos algunas de las propuestas más sugerentes para esta temporada para bodas de verano.