1/12 © Lena Medoyeff Bridal

Kate Moss y Cindy Crawford en los 90 pero también otras generaciones de tops internacionales como Arizona Muse o Bar Refaeli sucumbieron al encanto del vestido lencero. Sin embargo, cuando hablamos de casarse con un slip-dress, es inevitable volver la vista atrás al año 1996 y recordar a su pionera: Carolyn Bessette. La modelo se casó con John John Kennedy enfundada en un inolvidable diseño de seda blanca firmado por  Narciso Rodríguez para Cerruti que sentó cátedra en el mundo de las novias. Tanto, que hoy en día no solo mujeres famosas y anónimas recurren a él, también aristócratas como Alessandra de Osma han convertido esta pieza en el secreto mejor guardado de su boda. Ahora, esta eterna tendencia afianza su éxito en vestidos para novias que acuden a él tanto en su camino hacia el altar como para la preboda o la fiesta posterior a la ceremonia.  A continuación, te ofrecemos algunas de las propuestas más sugerentes para esta temporada para bodas de verano.

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Vestido satinado con abertura frontal, de Michael Lo Sordo (732 euros).

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Vestido largo con escote fluido y tirante fino, de Zara (39,95 euros).
 

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Slip-dress color champán con tirantes en contraste, de Topshop (89 euros).

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Vestido jacquard asimétrico, de Haney (1.380 euros).

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Vestido con escote asimétrico, de Deitas (900 euros).

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Vestido de seda en color rosa, de Joseph (475 euros).

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Vestido satinado con cut-outs laterales, de Deitas (705 euros).

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Vestido midi de satén, de Vince (315 euros).

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Vestido midi con lazadas, de Orseund Iris (856 euros).

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Vestido satinado con la espalda cruzada, de Topshop (46 euros).

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Vestido de crepé de líneas rectas, de The Row (1.475 euros).

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