Los vestidos de Jackie Kennedy que hoy son el perfecto look en una boda civil

Puso de moda los kitten heels, el dos piezas en tonos neutros y los pill-box de Roy Halston como tocado representativo de los años 60 con el que décadas después se han atrevido otros referentes contemporáneos como Meghan Markle. Jacqueline Kennedy pasó a la historia por ser una de las primeras damas más carismáticas de la Casa Blanca y por tener un estilo propio que aún hoy resiste el paso del tiempo. Tenía por costumbre utilizar de forma recurrente el color blanco en bloque en muchos de sus actos oficiales, tanto en looks de gala como en estilismos relajados. Al igual que ocurrió con otras grandes divas de la época de la talla de Grace Kelly, los modistos de entonces como Oleg Cassini la convirtió en su musa y, como emotivo homenaje a su legado de estilo, los diseñadores de hoy se inspiran en su figura para crear los diseños nupciales más sofisticados de la priamvera. Tanto que, incluso, esta temporada existe un diseño bautizado con su nombre. A continuación, repasamos los mejores estilismos total white que lució la icónica Jackie O´ y los trasladamos a la industria nupcial en 6 conjuntos perfectos para bodas civiles.

Vestidos mini

Hoy son muchos los diseñadores que amplían su abanico de propuestas y ceden un lugar privilegiado a las novias que quieren lucir piernas. Este tipo de diseños son aptos, sobre todo, en bodas civiles. Audrey Hepburn, icóno de estilo contemporáneo a Jacqueline Kennedy, reafirmó su poder en la película Funny Face con un diseño corto de Givenchy. Acorde con la fiebre 'mini' de los años 60, la Primera Dama no dudaba en apostar los vestidos por encima de la rodilla, de líneas rectas y carentes de mangas, fiel a los looks más rompedores de la época.

Vestido mini de seda, sin mangas y con cintura marcada, de Brandon Maxwell (2.661 euros).

Vestidos con capa

El fenómeno de las capas lo abanderan actrices como Gwyneth Paltrow, que marcó un antes y un después en la alfombra roja de los Oscar en el año 2012, o royals como Carlota Casiraghi. A ellas le siguieron la reina Letizia, Meghan Markle o Sandra Escancena, reafirmando la belleza atemporal de esta silueta de aires principescos. Sin embargo, mucho antes fue Jaqueline Kennedy quien situó en el mapa a esta peculiar silueta que triunfaría años después. Ocurrió en 1961, año en el que ejercía de Primera Dama.

Capa de plumeti con cuello-joya y vestido línea princesa de escote corazón, de Monique Lhuillier (2.181 euros y 3.784 euros respectivamente).

El infalible dos piezas

Americana blanca y falda midi a juego: un combo recurrente entre los estilismos de la Primera Dama para conseguir un look de invitada perfecta sin demasiadas complicaciones. Este conjunto se convirtió en look nupcial en esa misma década de los 70 gracias a Bianca Jagger, mujer del vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger. La actriz y activista nicaragüense llevó un dos piezas nupcial que es recordado e imitado casi treinta años después.

Blazer con cinturón y falda midi de crepé, de Racil (715 euros y 490 euros respectivamente).

Cuello alto y juego de transparencias

Esta imagen pertenece a 1976. Jacqueline Kennedy acudía al Kennedy Center en compañía de Alexandre Orfila, luciendo un diseño que perfectamente se podría adecuar a los patrones de estilo actuales. Cuello vuelto, mangas semitransparencias y cuerpo de encaje, una combinación que hoy en día encontramos en numerosas firmas nupciales.

Vestido de seda con manga murciélago, cuello alto y escote drapeado, de Giambattista Valli (2.490 euros).

El eterno traje de chaqueta blanco

Si alguna vez tenía que dejar de lado su colección de vestidos lady, optaba por pantalones anchos o trajes de chaqueta. De nuevo, los tonos neutros eran sus favoritos, y elegía las piezas más puristas, de cortes sencillos y sin estridencias. Años más tarde, estos trajes sastre ocupan un lugar de honor en las nuevas colecciones nupciales y tienen cada vez más aceptación tanto en bodas civiles como en fiestas pre-boda o en la celebración tras la ceremonia.

Blazer y pantalón palazzo de jacquard, de Stella McCartney (1.195 y 695 euros respectivamente).