Sus bodas son las más mediáticas del panorama internacional y sus vestidos de novia, indiscutibles iconos de estilo que han pasado a la historia de la moda. Carolina de Mónaco, las princesas de Suecia... Sus vestidos están predestinados a ser el objeto de deseo de muchas mujeres dispuestas a pasar próximamente por el altar. Y es que, esta primavera, la moda nupcial revisita las bodas más ilustres para dar inspiración a las novias de la primavera. Por eso, muchas son las firmas que recrean modelos similares a los que hemos visto en las grandes bodas reales. De hecho, las nuevas propuestas de temporada han tomado como referencia muchos de los vestidos de novia más icónicos de reinas y princesas para reinterpretarlos conforme a las tendencias de temporada. Pueden variar sus texturas o pequeños de sus siluetas, pero la esencia royal es indiscutible en los vestidos de novia que te mostramos a continuación
Alessandra de Osma, de cuello alto y encaje
Después de que HOLA.com desvelase que Jorge Vázquez iba a ser el diseñador de su traje y de que el propio modisto compartiera en primicia con nosotros sus bocetos, solo faltaba por ver cómo la Princesa de Hannover defendía este diseño clásico y atemporal camino del altar. Para su boda con el príncipe Christian de Hannover, Alessandra de Osma siguió el legado de las princesas europeas gracias a un diseño clásico repleto de encaje. Se trataba de un vestido con bustier de escote corazón con cuerpo transparente, manga larga y cuello alto, un detalle que lo diferenciaba del resto. Estaba confeccionado en en gazar de seda doble y chantilli rebordado con hilo de seda.
Vestido con escote corazón y sobrevestido de encaje marfil con manga larga y cuello alto, de Lela Rose.
Sofía de Suecia y su vestido de escote en 'v'
Hace más de tres años, el 13 de junio de 2015, se casaba con Carlos Felipe de Suecia. Desde entonces, la princesa Sofía se ha ganado el cariño de los suecos gracias a su impecable papel en el seno de los Bernadotte. El estilo sofisticado que ha adoptado desde que dio el salto a la realeza europea se puede equiparar con el de sus cuñadas, consideradas como dos de las royals más elegantes del panorama internacional. En su boda, y al igual que hizo Magdalena de Suecia o Catherine Middleton en sus respectivos enlaces, apostó por un vestido regio con cuerpo y mangas de encaje. En su caso, firmado por la diseñadora sueca Ida Sjöstedt.
Vestido evasé en tul con aplicaciones de encaje en falda y cuerpo. Con escote pico, y espalda y mangas largas en tul y encaje con transparencias, de Pronovias.
Alessandra de Osma y el slip-dress de fiesta
Tras la misa y el almuerzo en el Club Nacional, Alessandra, Christian y el resto de sus invitados se dirigieron a la casa Berckmeyer para celebrar una cocktail party. Se trata de una mansión de estilo republicano, propiedad de la familia de la novia. En esta fiesta, la nueva princesa de Hannover lució un segundo vestido, una moda que viene siendo habitual entre muchas novias. Escogió un sencillo slip-dress satinado en color marfil, de tirantes, escote en forma de 'v' y una bonita caída. Acompañó este elegante vestido lencero con unas sandalias de tiras y una corona de flores blancas.
Vestido slip-dress con tirantes cruzado en la espalda, de Alicia Rueda Atelier.
El vestido bohemio de Carolina de Mónaco
El 28 de junio de 1978, todas las miradas se dirigieron hacia Mónaco para ser testigo de un día grande en el seno de los Grimaldi. Una jovencísima Carolina de Mónaco se disponía a caminar hacia el altar por primera vez con tan solo 21 años. La Princesa inauguraba aquel verano del Principado sellando su amor con Philippe Junot en los Jardines del Palacio de Montecarlo, tras una breve ceremonia religiosa. Así, el estilo monegasco dejó una huella imborrable para la historia gracias al dos piezas nupcial más famoso de todos los tiempos: un romántico conjunto de falda y blusa, firmado por Marc Bohan para Christian Dior. Era un cuerpo transparente de tul, con cuello a caja y mangas acampanadas, festoneadas y salpicadas con bordados de flores, a juego con la falda. También prescindió de las joyas llamativas, apenas un discreto collar, y consiguió potenciar el estilo bohemio de su look gracias a un tocado lateral de flores blancas del que prendía un sencillo velo de tul. Una solución fiel a las directrices de estilo de los años setenta que, sin embargo, resulta igualmente actual e inspiradora.
Vestido de estética bohemia en encaje y color marfil, con manga larga, cuello a caja y cintura marcada, de Costarellos.