Si María Antonieta marcó el ritmo de la moda en Versalles, este tipo de mangas marcan la pauta sobre la pasarela. Concretamente, en la 080 Barcelona, donde un todopoderoso Ze García consigue superarse en cada edición. Sus vestidos ultrafemeninos adquieren líneas sueltas, vaporosas e insinuantes, caracterizadas por el espíritu libre y exuberante que invadió buena parte de las cortes europeas en aquella época. Este vestido de la colección Doma, tiene un trabajado escote del que nacen estratégicos motivos florales bordados, semiocultos por el drapeado de tul que envuelve el pecho. Su combinación natural son esas mangas abullonadas que se hacen con todo el protagonismo, tan ligeras que parecen levitar sobre el propio vestido.