Los dos vestidos de novia que lució la duquesa de Sussex, tanto el de Givenchy con el que caminó hacia el altar, como el de Stella McCartney que utilizó posteriormente para la celebración, ya forman parte de la historia de la moda y son fuente de inspiración para las nuevas colecciones nupciales. En el día de su boda hizo gala de su sello personal a la hora de vestir, poniendo énfasis en las líneas depuradas, los colores neutros y ese peculiar juego de escotes con el que ha conseguido a lo largo de estos meses algunos de sus looks más icónicos. Tomando como referencia estas claves de estilo y algunos de sus diseñadores favoritos, encontramos un amplio abanico de opciones dentro de la industria nupcial que recrean algunos de los patrones favoritos de la Duquesa y pueden ser una opción ideal para bodas civiles o como segundo vestido de novia.