Aún recordamos cuando los lazos XL aparecieron como nueva tendencia nupcial de la mano de diseñadores como Carolina Herrera. Poco después, y gracias a la firma Fer Bridal, estos detalles en su versión más extrema saltaron de los vestidos de novia a los peinados más naïf de la temporada. Ahora, sin embargo, podemos de hablar del caso completamente opuesto. Tomando como referencia las bubble ponytail, unas originales coletas que parecen pequeñas burbujas, observamos que existe una nueva tendencia en los vestidos de novia que se mimetizan con este concepto de belleza.
Este 'efecto burbuja' se extrapola, concretamente, a las mangas de los diseños nupciales. De este modo, la diseñadora Rachel Gilbert, cuya firma homónima es de origen australiano, propone para la nueva temporada románticos vestidos teñidos de rosa, el color favorito de las novias que quieren alejarse del tradicional blanco nupcial. Sus cuerpos se bordan de aplicaciones multicolor y sus delicadas mangas adquieren relevancia gracias a unos volúmenes casi arquitectónicos. La clave para que este concepto no sobrepase ni recargue al propio diseño es seleccionar tejidos livianos y fácilmente moldeables.