Del mismo modo, también ha compartido esta bonita fotografía en uno de los momentos del fitting (prueba de vestuario) más emotivos, ya que es la hermana mayor de Eugenia, la princesa Beatriz de York, la que le está ayudando a abrocharse el vestido, tal y como precisa el diseñador en su pie de foto. “¡Amor de hermanas! Mi momento favorito y mi vestido del año. Me encantan las manos de la princesa Beatriz de York ayudando a vestir a su hermana aquella tarde. Amistades y momentos que guardaré para siempre. Una vez más, ¡qué gran honor y qué familia increíble!”. En primer plano, se observa el nacimiento de la capa, el juego de microplisados y la botonadura posterior del vestido, ya sobre el cuerpo de la princesa Eugenia, a juzgar por esa inconfundible cicatriz que luce en la espalda y que se puede percibir claramente en la imagen. La nieta de Isabel II tiene esta marca fruto de una operación de escoliosis a la que fue sometida cuando tenía 12 años y no la quiso ocultar con ninguno de los dos vestidos de novia.