Las plumas, tan livianas y románticas, favorecen a todo tipo de mujeres y se han convertido, junto a los arreglos florales, en elementos indispensables para una novia. Se cuelan en vestidos y tocados, abarcando una gama cromática que va, en su mayoría, desde los blancos y cremas hasta los rosas y malvas. Los estratégicos juegos de volúmenes con los que experimenta esta firma catalana, han dado como resultado su reconocimiento internacional, gracias a piezas con un impecable acabado como esta falda de línea A, con abertura central y bordada a mano con pequeñas plumas. Una pieza nupcial que, echando la vista atrás, recordamos en looks de invitada tan memorables como los que nos dejó para el recuerdo la diseñadora Jenna Lyons.