Una mirada al pasado con la novia del tocado trenzado

Si ir con tocado a una boda de día siempre fue una buena idea, también lo es ahora para subir al altar. Las novias más rompedoras buscan alejarse de los velos y las joyas tradicionales con las que recogen su cabello, para apostar, cada vez más, por diseños sorprendentes que, en muchas ocasiones, quedan mejor con la melena suelta. Es el caso de María Josefina Pepa, una novia que, pese a su origen argentino, eligió casarse con el banquero Folco Falchi en la bonita isla canaria de La Graciosa. La elección de su imponente turbante trenzado es la prueba feaciente de que algo está cambiando en territorio nupcial.

María es licenciada en Administración de empresas por la Universidad de San Andrés y actualmente es la co-fundadora del estudio de interiorismo, arquitectura y arte contemporáneo latinoamericano MBP. Su vestido con estampados jacquard y su enorme tocado del que prendía un sencillo velo conforman un look de tintes renacentistas que nos hace viajar directamente al pasado. Y nadie mejor para jugar con el glamour de otras épocas, con las texturas y con los prints en clave maxi que la diseñadora italiana Marta Ferri, artífice del estilismo nupcial.

Ferri es la cuñada de Beatrice Borromeo y fue la encargada de llevar a cabo algunos de los look más divertidos y diferentes que se vieron en la boda de la periodista con Pierre Casiraghi. Es conocida por sus exclusivos diseños de alta costura en los que utiliza maravillosas telas de tapizar, llenas de estampados a todo color. En versión nupcial, ha optado por crear un diseño de cuello a caja, manga larga y silueta de línea A, rematada en una escueta cola. Llaman la atención los detalles estampados en tonos beige, acorde con la gama cromática del tocado. Esta especie de turbante en colores tierra está elaborado en sinamay, un tejido muy fino, ligero y moldeable procedente de Filipinas que se utiliza habitualmente en la industria sombrerera.

Melena suelta, maquillaje natural, zapatos con plataforma y un sencillo bouquete de rosas blancas, pusieron la guinda final al look nupcial, en una boda a la que no solo ha acudido la propia Marta Ferri con su marido, Carlo Borromeo, sino que también ha contado con la presencia española de la fotógrafa y directora de arte, Inés Ybarra.