Aunque este mantón está asociado a la cultura española y su nombre hace alusión a la capital de Filipinas, su origen se sitúa en China, el país que descubrió la seda y cuyos antiguos artesanos fueron los pioneros en bordar con los hilos extraídos de los gusanos de seda. En el siglo XVIII, el mantón tuvo su auge entre la burguesía de España e Hispanoamérica como prenda esencial del vestuario femenino. Se bordaban con flores, pájaros, motivos geométricos multicolor y se remataban con flecos, una tradición que perdura hasta nuestros días. Colour Nude lo incorpora como accesorio sustituto del velo en uno de los modelos de su colección bridal 2019, bautizada con el nombre de Heliópolis.