En su boca ha utilizado un labial con un discreto color, a caballo entre el nude y el rosa pálido, y ha dado un toque magistral de sofisticación en su mirada, consiguiendo ese efecto fummé tan favorecedor en las novias. Por ello, ha recurrido a un discreto smokey-eye en tonos marrones para realzar sus ojos oscuros. El peinado sigue esa misma línea que huye de lo artifical. El estilista no ha querido cambiar su estilo ni ha pretendido que se vea con algo con lo que no se siente identificada. Por ello, ha utilizado uno de los recogidos que más le favorecen y con los que, al parecer, más cómoda se siente, puesto que es habitual ver a la joven con la melena recogida en un moño bajo.