Con la canción Mrs. Lennon como banda sonora y un pase inspirado en la Yoko Ono de los 60, aquella que vestía de blanco e inspiraba al mundo junto al icónico Beatle, John Lennon, Giambattista Valli daba el pistoletazo de salida a su desfile parisino. Una vez más, la ciudad de la luz vuelve a ser epicentro de la moda pero también foco de inspiración para las novias que huyen de lo convencioanal. Entre las propuestas prêt-à-porter de la próxima temporada primavera-verano, el diseñador italiano se esmera en mostrar a una mujer muy femenina, sin demasiados artificios y con el color blanco como absoluto protagonista. Tu colección sin duda si buscas ideas para personalizar tu vestido.
La primera parte de la colección quedó monopolizada por el color blanco. Sobre la pasarela se sucedían unos diseños que se movían en un amplio abanico de posibilidades donde apuntar ideas para las nuevas novias: desde los eternos vestidos largos a los juveniles diseños midi, pasando por los siempre sofisticados trajes de chaqueta.
En una pasarela infinita y exquisitamente iluminada, se sucedieron una serie de vestidos cortos, aptos para novias informales o que quieran casarse por lo civil. Muchos con silueta A, elaborados con exquisita ornamentación artesanal a base de volantes en mangas, bajos y laterales que intentan evocar la pasión por los viajes que tuvo su boom en los años 60.
Los diseños se volvían más exóticos conforme se sucedía el pase, intercalando motivos étnicos entre tules y gasas de color blanco. Y es que el propio diseñador, tras leer The Scen of India de Pier Paolo Pasolini, se imaginó cómo habría sido el fondo de armario de Yoko Ono tras viajar a este país e introdujo motivos con reminiscencias de lugares lejanos.
Flecos, maxivolantes, lazos al cuello a modo de chokers y colgantes de colores no hacían sino empoderar a una mujer que se empeña en mostrar su feminidad sin necesidad de demasiados artificios.
La sastrería clásica ha dado un giro de 180º en las últimas temporadas. De considerarse piezas estrictamente masculinas han pasado a tener un lugar privilegiado en el armario de la mujer y se extrapolan al terreno nupcial con la facilidad que solo se puede permitir una prenda eterna como el traje de chaqueta. Esta propuesta es infalible para ceremonias civiles o fiestas de preboda, como ya hizo la editora de moda danesa Alexadra Carl.
Los vestidos capa que se han puesto en relieve últimamente en terreno bridal, relucen gracias a vestidos cortos como éste. Con mangas acampanadas que llegan a confundirse con una capa o con los diseños más clásicos que emulan una capelina.
Una de las fuentes de las que bebe el modisto italiano para dar rienda suelta a su colección es su pasión por la visión del mundo de Yoko Ono, por su independencia en mente y alma y por libertad de decisión.
Valli ha tratado de exteriorizar el lado más íntimo de una mujer enamorada, dando como resultado propuestas tan románticas y delicadas como este vestido blanco cuajado de botones y volantes.
En su vertiente más minimalista, no faltan las líneas rectas, los pespuntes en contraste y detalles inesperados como cremalleras en el escote.
La pasión por la modernidad barroca tan afín al diseñador romano se traduce en asimetrías y volúmenes que juegan a conjugarse con tops superpuestos y bordados de tejidos metalizados, trasladánonos de inmeadito a la riqueza textil de la antigua India.