Un error muy común a la hora de presupuestar el vestido de novia es ceñirse únicamente al precio inicial marcado. Si habéis ojeado la web de alguna firma nupcial, podéis comprobar cómo se especifica que los costes son orientativos, sujetos a posibles cambios y, ante todo, no incluyen los accesorios o complementos que pueda lucir la modelo en ese instante.
Así que, siempre has de tener presente que puede haber gastos extra derivados de cualquier arreglo o alteración, cambios en la confección, bordados adicionales…