La celebración posterior tuvo lugar en la finca Mas Solers, en la localidad de Sant Pere de Rives, donde la modelo se cambió dos veces de vestido. El diseño más sexy de los tres fue obra de Kelvis Casillas, que elaboró un vestido ceñido al cuerpo, de silueta sirena, con bordados estratégicos y delicados detalles de flores. Si para la ceremonia se peinó con un recogido natural, realizado por Ángel Rodríguez, del que prendía un velo de tul, para el resto de la celebración llevó su melena suelta y ligeramente ondulada, de una forma más desenfadada.