Su versión contraria es Radley, la pieza más discreta de la colección y puede que, a su vez, la más elegante. De diseño sirena, presenta una apertura lateral en la pierna y está realizado en crepe monique. Su escote en barco y mangas largas le dan ese toque de sobriedad que logra romperse en la espalda, elaborada en tul y pedrería. Como lo definen en Pronovias, un vestido que es una joya.
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