1/9 © Thinkstock

ISLAS LOFOTEN, NORUEGA

Otro destino nórdico que no queda exactamente a un tiro de piedra, aunque sí lo bastante cerca como para plantearnos una luna miel blanca en este diminuto punto del norte de Noruega, a menudo volando vía Oslo a través de las compañías aéreas locales. En esta fila de islas unidas por una única carretera de doble sentido abundan los picos rocosos, fiordos, acantilados, playas, lagos y bosques, salpicados de casitas de madera roja.

Imprescindible visitar Tromsø, algo más al norte, para disfrutar del estilo de vida escandinavo, en hoteles de diseño rodeados de imponentes montañas blancas.

2/9 © Thinkstock

ANTÁRTIDA

La luna de miel más épica de todas, y de la que todos vuestros amigos querrán oír hablar, sin excepción. Un filón para Instagrammers, que apenas cuenta con visitantes a lo largo del año: la mejor manera de visitar la Antártida es a través de compañías especializadas en tours de lujo (por ejemplo, White Desert Antarctica), que permiten elegir entre varios paquetes aventura deluxe, exclusivamente, eso sí, entre los meses de noviembre y enero. Excursiones en cuevas de hielo, rutas con esquís, escalada, visita a las colonias de pingüinos y vuelos al punto más meridional de la Tierra.

3/9 © Thinkstock

JUKKASJÄRVI, SUECIA

Uno de los pocos hoteles de hielo del mundo está en Europa, y es también de los primeros de su categoría: el icónico ICEHOTEL de Jukkasjärvi, una pequeña aldea sueca al norte del país escandinavo (más o menos a la misma altura que Lofoten), está ubicado en el corazón del círculo polar ártico y abrió sus puertas hace más de veinte años. Abrir es un decir: cada invierno, este hotel resurge de sus cenizas directamente de bloques de hielo cortados y ensamblados para la ocasión, que se derriten al llegar la primavera.

Imprescindible reservar con al menos un año de antelación (toma nota si te casas en 2018), participar en sus talleres de escultura en hielo, aprender un poquito más sobre la cultura saami, montar a caballo sobre la nieve y renovar votos (si es posible) en su Iglesia de hielo.

4/9 © Thinkstock

ILULISSAT, GROENLANDIA

Con una población de aproximadamente cinco mil habitantes, Ilulissat es el tercer asentamiento más grande en Groenlandia y su nombre en groenlandés significa directamente 'icebergs'. Que es precisamente lo que podemos contemplar aquí: enormes masas de nieve y bloques de hielo, en particular el fiordo con el que comparte nombre (Ilulissat Icefjord), salpicados de las casitas de colores típicas de la región.

5/9 © Thinkstock

HALLSTATT, AUSTRIA

Los Alpes son el destino europeo por excelencia para los amantes del esquí que opten por una luna de miel all white en la que combinar deporte, romanticismo y aventura. Uno de los destinos que podemos incluir en nuestra ruta por los alpes es este diminuto pueblo de montaña en el corazón de Austria, a orillas del lago Hallstätter See (hasta el siglo XIX sólo se podía acceder en barco o a pie por senderos de montaña), que debe su nombre a la cultura de la edad de Hierro. Su paisaje forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

6/9 © Thinkstock

PARQUE NACIONAL DE YELLOWSTONE, ESTADOS UNIDOS

Ubicado principalmente en el estado de Wyoming, Yellowstone es el parque nacional más antiguo del mundo y un destino esencial para los amantes de la naturaleza, con abundantes lagos, cañones y cadenas montañosas. En invierno, las visitas guiadas se realizan en motonieve y permiten contemplar algunos de los fenómenos geotérmicos más espectaculares del parque, recreando un escenario blanco y fantasmal, lleno de misterio.

7/9 © Thinkstock

CANAL BEAGLE, ARGENTINA Y CHILE

Uno de los destinos más remotos y a la vez más insólitos para los amantes del frío es este estrecho en América del Sur que se divide en dos partes, dependiendo de si atraviesa territorio chileno o argentino. Está salpicado de islas, incluida la Isla Grande Tierra del Fuego, o el monte Fantasma de la isla O'Brien. Imprescindible si queremos conocer parte de la fauna autóctona de la Patagonia, incluido el cormorán o el león marino.

8/9 © Thinkstock

COLORADO, ESTADOS UNIDOS

En Estados Unidos no escasean los destinos con escenarios impresionantes, aunque una de las referencias en cuestión de nieve es el estado de Colorado: empieza por Aspen (en la imagen), continúa por Steamboat Springs y termina en Vail, un pueblo del centro oeste del estado emplazado en las Montañas Rocosas, y destino de esquí por excelencia en la región.

9/9 © Thinkstock

REIKIAVIK, ISLANDIA

Islandia es un país difícil en los meses de frío: la temporada alta concentra casi todas las visitas turísitcas del año, en primer lugar porque es en verano cuando podemos contemplar el sol de medianoche, pero sobre todo porque la nieve y el hielo a menudo cortan el acceso a muchas de las zonas en la isla en invierno. La capital es totalmente accesible por avión desde Europa continental, eso sí, y desde aquí podemos viajar a otros puntos de Islandia mediante las líneas low-cost nacionales.

Sus puntos fuertes: todos, teniendo en cuenta que es uno de los destinos naturales más impresionantes del mundo, aunque si hubiese que nombrar alguno serían la aurora boreal o Northern Lights (puede verse sólo en invierno), sus imponentes glaciares y las rutas a piscinas naturales que se organizan directamente desde la capital, además de la arquitectura local, incluido el Harpa Concert Hall de cristal.

Más sobre: