Agosto
Aunque agosto aún sea un mes popular para casarse, el descenso en el número de bodas se nota de forma significativa a partir del tercer fin de semana de julio, entre otras cosas para evitar que la fecha de la boda coincida con las vacaciones de los invitados, y así no forzarles a modificar sus planes. Agosto, además, es súper caluroso: perfecto para bodas playeras o en zonas de costa, con vestidos de novia ultraligeros que jueguen al despiste gracias a la textura exterior, como este de Austin Scarlett.