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Se acerca el invierno y con él la necesidad de sacar lo más calentito del armario. Excepto si eres la novia: los trajes de invierno puede complementarse lo mismo con piezas de abrigo como un duster coat o una pieza de piel de color blanco, que relegar en tejidos más consistentes, suntuosos y abrigados, que ayuden a protegernos del frío cuando vamos vestidas de blanco.

Si este es tu caso, apúntate a nuestra guía básica de tejidos de novia winter-friendly...

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BROCADO Y DAMASCO

Ambos funcionan con vestidos de novia un poco opulentos, de tejido y consistencia algo más pesados y brillantes, y con un cierto aire renacentista. Estos vestidos tienen diseños florales elaborados en jacquard, que están elevados sobre la tela y son perceptibles al tacto, a menudo blanco sobre blanco aunque también pueden incluir algún que otro color (especialmente dorado y plata en el caso de los vestidos de novia). Brocado y damasco se diferencian en la manera en que se tejen los hilos, y en el contraste entre el diseño floral opaco y el color de fondo. Este vestido de novia con cinturón y falda tulipán de Rosa Clará es de tejido adamascado.

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LOS BORDADOS

Ya sea con paillettes, strass o pedrería, los diseños con bordados directamente sobre el tejido dan peso a cualquier prenda de invierno, especialmente si es una prenda exterior, como una chaqueta sobre los hombros; hacen el efecto de un 'escudo' a la hora de añadir capas a un traje de novia. Esta chaqueta-capa en hilo de color oro con, strass, flores en 3D y bajo festoneado, es de la Alta Costura de Georges Hobeika.

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CREPÉ

El tacto ligeramente rizado de este tejido se consigue entretejiendo los hilos en forma de 'Z', y puede estar elaborado en algodón, seda o sarga, además de poliéster, algo más infrecuente en los trajes de novia. Este tipo de tejido tiene una caída potente a pesar de ser más ligero que por ejemplo el tejido adamascado, de ahí que se utilice en trajes de novia de líneas minimalistas como este de Pronovias, que además incorpora detalles de plumas en los hombros.

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PIEL Y 'FAUX-FUR'

Real o sintética, la piel es una de las grandes favoritas a la hora de vestirse de novia en invierno, tanto por su antigüedad y tradición, como por el rango de colores en tonos neutros, incluido el blanco, que podemos encontrar en piezas elaboradas (o que imitan el mismo aspecto y tacto) en piel de armiño, conejo y zorro. Funciona en capas y en abrigos, así como en tres cuartos de felpa y lana con puños y cuellos de piel, o estolas y capas cruzadas, como esta en dos colores de Dior.

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PIQUÉ O PUNTO IMPERIAL

Normalmente elaborado con hilo de algodón, este tipo de tejido alterna hilos levantados siguiendo diferentes patrones similares a hileras de diamantes, que son perceptibles al tacto. El punto imperial tiene un aspecto muy similar a este vestido con botones y cuello de camisa en el cuerpo, de Rosa Clará.

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FAILLE

Se trata de un tejido de seda, algodón o rayón densamente confeccionado, elaborado con un patrón muy característico que puede notarse al tacto y también a la vista en la manera en que la luz incide sobre la tela y hace brillar el color. Este vestido lavanda con falda lápiz y capa incorporada en lugar de mangas es de Georges Hobeika.

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SEDA

Aunque no lo parezca, la seda, a pesar de su ligereza, es un tipo de tejido polivalente que vale prácticamente para cada estación. La seda es natural, fuerte y resistente, de textura muy lujosa y suave, y presenta una cierta elasticidad si la tela viene en punto de seda. Lo que sí es importante es que la prenda sea adecuada para el invierno: este vestido de botones con manga larga es de Cristina Tamborero.

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TAFETA

Otro tejido que, a pesar de ser ligero y aparecer en muchos vestidos de novia de verano, puede usarse durante todo el año, especialmente si optamos por versiones muy ricas y de gran calidad, que tienden a ser más rígidas. El efecto del tejido a la vista es brillante, casi iridiscente si nos vamos a un blanco 'muy blanco', como este diseño de Oscar de la Renta.

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'TWEED'

Uno de los tejidos más cálidos que podemos llevar como complemento al traje de novia es la chaqueta de tweed, como esta en tonos empolvados à la Coco Chanel. El tweed es un tejido de lana original de Escocia, calentito y algo áspero al tacto, y suele tener un patrón en forma de espina de pescado.

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POINT D'ESPRIT

Es un tipo de tejido muy finito en forma de red de diamantes que a veces van rematados con diminutos topos en las esquinas. Durante el invierno podemos utilizar variantes de este tejido por ejemplo en las medias, tanto debajo de una falda larga como de un vestido con las piernas al aire, como este que acaba de presentar YolanCris en Nueva York.

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TERCIOPELO

Un clásico que se reinventa esta temporada en el streetstyle y también en los trajes de novia de invierno. El terciopelo esta compuesto por millones de hilos tejidos muy juntos, normalmente seda o lana, cortados y prensados, hasta dar con esa textura suave, similar a la del lomo de un animal. No es tan abrigado como parece, especialmente si está cortado al ras o el hilo es muy fino: puede usarse en el vestido si añadimos complementos, o como complemento en sí mismo sobre un traje de novia ligero. Este diseño en azul es de Hayley Paige.

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ACOLCHADO

Similar al brocado y al tejido adamascado, sólo que el tejido no se confecciona en jacquard sino que los diseños de flores se reproducen con un efecto acolchado sobre la tela. Son vestidos con mucho peso y volumen, y suelen relegar el efecto acolchado al tren inferior, como este de Berta Bridal que combina la falda amplia con un cuerpo ceñido de encaje con hilo nacarado y transparencias.

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