Diez ideas para el 'algo prestado' de la novia
De todas las tradiciones del 'look' de la novia, el 'algo prestado' es la más difícil de cumplir a rajatabla
De todas las tradiciones del look de la novia, una de las más difíciles de seguir es el 'algo prestado': ni el azul, ni el viejo (ni desde luego el nuevo, que suele ser el vestido) plantean un reto tan grande como esa prenda llena de recuerdos. El 'algo viejo' debe resultar especial para las dos personas, la que se casa y la que cede, y al mismo tiempo coordinar con el resto del look.
Precisamente por este, de todos los accesorios de la novia susceptibles de llevar algo prestado, uno de los que admite un mayor nivel de personalización es el ramo: desde añadir una cinta de terciopelo en torno al tallo, que pertenezca al vestido de una amiga, o un pañuelo de seda del padre o el abuelo de la novia, hasta elaborar una combinación entre broche, alfiler y charms de varias personas distintas, o bordar una pieza de encaje antiguo.
¿SABES A QUIÉN PEDIRLE EL ELEMENTO MÁS ESPECIAL DE TU 'LOOK'? Te damos diez ideas para cumplir la tradición a rajatabla.
LOS PENDIENTES
Un clásico que muchas veces suele pasarse entre generaciones. Es importante elegirlos de manera acorde con el vestido y peinado: si tienes claro que quieres llevar unos pendientes tipo chandelier, llévatelos a las pruebas y escoge un diseño acorde en la zona de escote y hombros. Lo mismo con el recogido: unos pendientes pequeños tipo stud de diamantes o con perlitas funcionan lo mismo con un recogido bajo que con una coleta, mientras que con los pendientes largos es mejor evitar la melena suelta para que el cabello no se enrede. Acuérdate de llevar las piezas elegidas a un joyero para re engarzar las piedras y los cierres, especialmente si son joyas muy antiguas.
LOS ZAPATOS
Que no tienen por qué ser de novia: pueden ser perfectamente unos zapatos de ante de colores si es invierno (esta temporada se llevan en amarillo limón), unas botas de novia o unas sandalias de fiesta. Si tomas prestados los zapatos de otra novia es fundamental llevarlos a un zapatero incluso si compartís talla de calzado, para que ajuste la horma y así evitarte molestias y rozaduras.
UNA JOYA PARA EL CABELLO
No necesariamente una tiara o específicamente de novia. A veces las piezas más bonitas que adornan el cabello de la novia son en realidad broches antiguos que se han reconvertido en pasadores, pendientes de clip que se transforman en horquillas de diamantes, o incluso gargantillas con piedras preciosas colocadas a modo de diadema.
UN PERFUME CON HISTORIA
El algo prestado no tiene por qué estar reducido simplemente al sentido de la vista: el olfato también cuenta. Aunque muchas novias optan por casarse con su esencia habitual, hay quienes buscan un perfume específico para ese día, que resulte fresco, armonioso o simplemente especial. Elegir la esencia de una persona que ya no está con nosotros es una manera de ternerla presente en un día tan importante, especialmente si se trata del tipo de perfume que nos trae recuerdos solamente con olerlo.
En la imagen: Eau de Parfum Nº5, de Chanel.
EL VALS DE LOS NOVIOS
Y si el olfato no es menos que la vista, tampoco lo iba a ser el oído: el primer baile de recién casados es de los pocos momentos que nos hacen llorar una vez termina la ceremonia (que suele acumular el 95% de las lágrimas derramadas por novios e invitados). Si tú también te emocionaste con la pieza escogida por una pareja muy cercana a ti, pídeles 'prestado' su vals para rememorar aquél momento tan emotivo.
EL ANILLO DE PEDIDA
Si tu anillo de pedida es una joya de herencia familiar de la que no puedes despegarte ni un segundo, ya tienes tu respuesta: recuerda que, a diferencia de la alianza, que siempre va colocada en el dedo anular de la mano derecha, al principio el anillo de compromiso debe llevarse en mano la izquierda, y que solamente después de la ceremonia pasan a ser compañeros en la derecha (o en la mano dominante, en el caso de algunas personas zurdas).
EL VELO DE NOVIA
El velo es una pieza tradicional del vestido de novia que prácticamente todas las novias guardan con especial cariño en su armario. A diferencia del vestido, que no siempre vale de una novia a otra sin hacerle arreglos, el velo puede adaptarse con facilidad a distintos looks, se puede devolver a su dueña original tras el 'sí quiero', y es una prenda muy especial con la que unirnos a la persona que nos cede el 'algo prestado'.
Si se trata de un velo con encajes muy antiguos es importante hacerle una limpieza profesional, especialmente si han amarilleado con el tiempo; del mismo modo, no todos los velos son iguales ni tienen el mismo tono de blanco: antes de decidirte, llévate el accesorio a las pruebas del traje y comprueba si ambas tonalidades encajan.
UNA PRENDA DE ABRIGO
Que para las novias de temporada baja puede ser una capa, una estola o un duster coat, y para las de primavera y verano una pashmina, un mantón o un bolerito de encaje que ponernos sobre los hombros al caer la noche.
LA CUBERTERÍA
¿Y si en vez del look de la novia ampliamos esta tradición a los dos miembros de la pareja? Una cubertería antigua, aunque sea pequeñita, es la solución ideal para aunar el 'algo prestado' con el 'algo viejo', y es algo que podemos compartir perfectamente con el novio. Puedes reservarla solamente al juego de cubiertos que utilicéis vosotros, o tomar prestado el mismo juego que haya utilizado una pareja cercana para cortar su pastel de bodas antes de servirlo.