De todas las tradiciones del look de la novia, una de las más difíciles de seguir es el 'algo prestado': ni el azul, ni el viejo (ni desde luego el nuevo, que suele ser el vestido) plantean un reto tan grande como esa prenda llena de recuerdos. El 'algo viejo' debe resultar especial para las dos personas, la que se casa y la que cede, y al mismo tiempo coordinar con el resto del look.
Precisamente por este, de todos los accesorios de la novia susceptibles de llevar algo prestado, uno de los que admite un mayor nivel de personalización es el ramo: desde añadir una cinta de terciopelo en torno al tallo, que pertenezca al vestido de una amiga, o un pañuelo de seda del padre o el abuelo de la novia, hasta elaborar una combinación entre broche, alfiler y charms de varias personas distintas, o bordar una pieza de encaje antiguo.
¿SABES A QUIÉN PEDIRLE EL ELEMENTO MÁS ESPECIAL DE TU 'LOOK'? Te damos diez ideas para cumplir la tradición a rajatabla.