En España siempre ha habido un poco de confusión en torno al 'donut'. ¿Es un invento español? ¿Se trata en realidad de una rosquilla como las de siempre, pero blandita? ¿Por qué la palabra no aparece en el diccionario? El origen de este dulce, que gusta igual a grandes y pequeños, es un tanto incierto (la berlinesa, por ejemplo, es parecida al donut relleno, y eso que no tiene agujero), aunque sus orígenes se anclan en algún tipo de evolución de la rosquilla frita europea, y todas las señales apuntan a que se produjo en Estados Unidos. Los españoles son un poco distintos: en los años 60 la idea se importó de América bajo ese nombre, y de ahí que los conozcamos como una marca, y no tanto como un bollo con nombre propio.
Sea como sea, hay pocos que puedan resistirse a esta delicia repostera, que hoy en día existe bajo todo tipo de formas: con glaseados de colores, rellenos cremosos, sprinkles arcoíris y hasta variedades gourmet, incluidos los de café, los de caramelo salado o los de limón y lavanda con destellos de oro o flores. La última tentación/ tendencia: las paredes de estos dulces en las bodas, un elemento decorativo que es al mismo tiempo espectacular y delicioso, y que está arrasando desde hace unos meses en Instagram.
Vamos a ver algunos ejemplos de donuts bridal a los que dan ganas de hincarle el diente...
Fotografía: @dezandtam