Hay un tipo de novia que es tan clásico que parece casi cánon en la gran mayoría de colecciones que se presentan todos los años: la novia helénica, de vestido vaporoso con falda de gasa infinita y escote apuntado, manguita de hombros al aire y un eterno aire a deidad griega. Existen incluso joyas y complementos ideales para este tipo de novias, desde las coronitas y diademas con hojitas metalizadas hasta los cinturones en forma de cordón y las sandalias anudadas al tobillo, aunque este año quizás se queden un poco desfasados si nos atenemos a la nueva tendencia que ha sorprendido en las pasarelas de novias de Madrid, Barcelona y Nueva York: los tejidos estrella de la novia helénica, el plisado y el drapeado, se reinventan dando lugar a todo un nuevo abanico de posibilidades, especialmente en las faldas tableadas combinadas con línea princesa y bolsillos, los vestidos de corte twenties que caen rectos desde los hombros con un plisado planchado muy marcado (una novedad muy poco habitual entre las novias), y los drapeados que se aplican exclusivamente a la falda, en lugar del cuerpo. Vamos a ver un poco más de cerca esta tendencia.
En la imagen: Mira Zwillinger y algunos de sus vestidos de novia con un plus de movimiento en la falda gracias a los pliegues plisados y drapeados del tejido, que en ocasiones esconden gamas de color y tonalidades off white.
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